La Vanguardia

“Una mujer de mis novelas no temblará ante un hombre”

Tengo 50 años. Nací en Alemania y vivo en Madrid. Fui secretaria, soy escritora. Estoy casada y tengo dos hijos, Sandra (18) y Jorge (14). No me gustan los políticos que veo. ¿Creencias religiosas? No muchas. Mi marido siempre me pilla en el ordenador esc

- VÍCTOR-M. AMELA

Un millón de lectoras... Hay mucha gente que quiere novelas románticas. ¿Románticas? Sí, siempre explico una historia de amor. ¡Con muchas escenas de sexo explícito! Son novelas románticas pero realistas, no como las de antes, con la mujer temblando como una hoja ante el hombre y desmayada.

¿Firmaría 50 sombras de Grey? ¡Jamás!

¿Por qué? Puestos a que alguien azote a alguien, en mis novelas le azotaría ella a él.

Entendido. Una mujer de mis novelas jamás acepta que un hombre le ordene no ponerse minifalda.

¿Qué escena sexual es la más tórrida que ha escrito? Son tantas... Mi marido pasa por detrás de mi ordenador, mira... ¡y siempre me pilla escribiend­o una escena sexual!

¿Y qué le dice él? “¡Eso no me lo haces tú a mí...!”, se queja. “¡Ni tú a mí!”, le contesto, y reímos juntos. Bromeamos: son 30 años juntos y estamos bien.

¿Me cuenta una escena o no? Un hombre propone tocar a la mujer con unos guantes de seda. Ella acepta que él le vende los ojos antes. Él empieza a tocarla. Se detiene un instante. Y sigue...

¿El final es feliz? Ella alcanza el máximo placer. Al quitarse la venda, descubre a una mujer con guantes: el amante la ha metido en la habitación en la pausa, ha sido ella la que le ha tocado.

¿Dónde se inspira? La imaginació­n es poderosa, pero también rastreo ideas útiles en las miles de páginas de relaciones sexuales en internet.

¿Por ejemplo? En una escena tengo a una mujer sola en una habitación de hotel, y está excitada. Encontré esta solución: toma un cepillo de dientes eléctrico, lo recubre con un pañuelo..., y se lo pasa bomba. O con un albornoz o toalla enrollada en forma de rulo, cabalgándo­lo.

Usted se divierte. Cuando mi marido me ve fumar un cigarrillo ante el ordenador, me dice: “¿Qué, ya has acabado otro revolcón, eh?”.

Santo varón. Está feliz porque al fin me ve haciendo lo que más me gusta en el mundo.

¿Y qué dice su hija de 18 años? La educo para que sea una mujer libre. Ahora que entrará en la universida­d, le digo: “Estudia mucho, viaja, aprende, conoce a gente, pásalo bien, acuéstate con quien quieras, no te Salvadas¿Así estanques,la las educó diferentes­crece”.su madreMi épocas, maridoa usted?sí... me Ella oye ha y sido se escandaliz­a. Con ¿Por muy veinte qué luchadora,años sola? emigróme sacóa Alemania adelante para sola... trabajar. americana.Se enamoróIba­n a casarse,de un soldado quedó de embarazada...una base Nací ¿Y y yo, quéa él y lo pasóno enviaronse con atreviósu a madre? Vietnam,a decírselol­a guerra...a su padre. que dejarmeLas guarderías­en un hospicio...eran tan caras que tuvo

Al Debiófinal no de pudo sufrir soportarlo mucho... y se lo contó a su padre. crecerá Mi en un abuelo hospicio”.dijo: “NingúnY mi madre nieto volvió míoa España ¿Qué conmigo.fue de su padre?

Nunca convencida volvimosde quea saber murió de en él. Vietnam...Mi madre estáElla nunca se ha casado.

Siempre¿Fiel a enamoradas­u recuerdo?de aquel hombre de 25 años guapísimo, alto, morenazo, galante, atento, cariñoso... Así me lo describe.

¿Añoró usted tener un padre?

A veces veía a una amiga con padre cariñoso, abrazándol­a y diciéndole “mi niña”, y entonces sí. Pero te acostumbra­s a todo.

¿Y si estuviese vivo? ¿Qué le diría?

“¿Qué te pasó?”.

¿Cómo salió su madre adelante?

Deslomándo­se a trabajar, y leyendo novelas románticas a ratos. Y yo desde niña se las hurtaba para leerlas a escondidas...

Ahora lo entiendo todo.

Junto a mi madre aprendía a apañarme sola, y al leer esas historias ¡me sulfuraban esas mujeres tan ñoñas, tan dependient­es!

¿Sus mujeres son devorahomb­res?

Son valientes, decididas, resueltas, mujeres que caen y vuelven a levantarse: guerreras.

¿Y despampana­ntes?

¡Yo soy despampana­nte como soy! Claro que me gustaría tener el cuerpo de Cindy Crawford, pero... cada una tenemos nuestro modo de ser despampana­nte: un hombre puede empezar fijándose en la guapa y acabar seducido por la simpática.

¿Le gustan sus novelas a su madre?

No quise dejarle leer mi novela más sexual, pero un día lo hizo y me soltó: “¡Es la que más me ha gustado!”.

¿Qué cree que encuentran sus lectoras en sus novelas?

Morbo, cotidianas.en los tíos librosY impresiona­ntestambié­ny desconecta­rlas leen como muchosde sus sólo fatigashom­bres...lo están para conocer mejor a las mujeres.

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DANI DUCH
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VÍCTOR-M. AMELA IMA SANCHÍS LLUÍS AMIGUET

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