Luis Suárez da al Barça un triunfo agónico
El Barça remonta con dos goles consecutivos después de rozar la debacle
Del desahucio al liderato del grupo y la esperanza en menos de dos minutos. El Barça sufrió en un ejercicio de supervivencia extrema para esquivar la ausencia de Messi y remontar en la segunda parte a fuerza de corazón un partido al que no supo aplicar fútbol ni control. No es que el resultado fuera lo mejor, es que el equipo de Luis Enrique no puede reivindicar nada más que la victoria frente a un Leverkusen que dominó el marcador durante casi una hora y dispuso de oportunidades para zanjar
Antes de enfrentarse al Celta Luis Enrique expresó su predilección por esta clase de equipos y mentó también al Leverkusen y al Rayo. Esos equipos que luchan a campo abierto, que se sacuden los complejos y no se enclaustran aunque el adversario sea el Barça y el escenario el Camp Nou. Desde el minuto 2, cuando Ter Stegen tuvo que repeler con una exhibición de reflejos un remate en boca de gol de un Chicharito que había eludido la vigilancia de Mascherano, comenzó a proyectarse una pesadilla sobre el estadio. Todos los jugadores darán un paso al frente para suplir la ausencia de Messi, había pronosticado Luis Enrique, pero a la hora de la verdad ni el colectivo ni las individualidades respondían a las necesidades. Los pecados de la temporada volvieron a reproducirse. La falta de eficacia ofensiva y las facidencia lidades en la retaguardia. Ter Stegen ha encajado goles en todas sus actuaciones y el equipo, en 11 de los 13 partidos jugados.
Huérfano de la capacidad de intimidación de Messi, el conjunto blaugrana no conseguía la fluidez necesaria para crear superioridades y se vio obligado a admitir la propuesta impetuosa de Roger Schmidt. Un gol hubiera serenado la noche, pero un testarazo de Rakitic llegó blando a las manos de Leno y seguidamente el meta alemán desbarató un remate de Suárez, que llegó bien al área pero se equivocó en la definición. Era una fase eléctrica en la que Kampl malogró dos oportunidades consecutivas y la pelota viajaba de área a área sin detenerse en las estaciones intermedias. Esto suele ser un mal negocio para el Barcelona. La serie de ocasiones terminó con el gol de Papadopoulos a la salida de un córner. Çalhanoglu lanzó cerrado al palo corto y el defensa griego superó la pasividad de Mathieu, la salida deficiente de Ter Stegen y la mala ubicación de Luis Suárez. El gol fue un retrato del Barça de la primera parte, desordenado, impotente, huérfano de liderazgo. Antes del descanso Bellarabi dejó en evi- a Piqué y forzó una buena intervención de Ter Stegen, y un remate de Neymar desviado por Wendell impactó en el palo. Sandro, que no es Messi aunque fuera su sustituto, recogió el rechace pero Papadopoulos bloqueó su remate cerca de la línea de gol.
Los pitos esporádicos que surgieron el la primera parte se intensificaron en la segunda. El Camp Nou sufrió un escalofrío cuando la pelota le llegó a Chicharito en inmejorables condiciones para fusilar. El mexicano falló estrepitosamente la oportunidad que hubiera podido derribar definitivamente al Barça y el Leverkusen optó por retrasar sus posiciones. Para mayor complicación Iniesta sufrió una lesión en el muslo y abandonó el juego. Luis
LA MALDICIÓN Iniesta se retiró de la contienda en el minuto 60 a causa de una lesión en el muslo derecho
Enrique dio entrada a Alba y planteó una defensa de tres. La calidad del juego apenas mejoró, pero el corazón suplantó a la espesura. Resultó decisiva la entrada de Sergi Roberto a falta de 20 minutos. Cuando la tragedia parecía inevitable el centrocampista de Reus originó y concluyó la jugada del empate y menos de dos minutos más tarde Luis Suárez confirmó la remontada exprés con un remate de depredador nato.