Todos contra el Estado Islámico
Obama logra reforzar la coalición mundial frente a la organización
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, consiguió ayer reforzar la coalición mundial y políticamente transversal de países que se han comprometido a contribuir en la batalla para derrotar a la organización yihadista Estado Islámico. La Cumbre de líderes mundiales sobre la Lucha contra Estado Islámico (EI) y el extremismo violento, convocada por el presidente estadounidense y celebrada en la sede de las Naciones Unidas, a la que asistieron jefes de Estado, de Gobierno y ministros de más de cien países, señaló claramente el yihadismo de EI como una amenaza global que afecta a todos y reafirmó la necesidad de intervenir en Siria para poner fin a una guerra que ha causado ya un cuarto de millón de muertos. Pero el propio Obama admitió que no hay soluciones fáciles y que el drama sirio va para largo: “La organización terrorista va a ser derrotada –prometió– pero es una tarea que no va ser fácil y que llevará su tiempo. Esta es una campaña a largo plazo cuyo objetivo no se limita a una red en particular sino que va dirigida contra su ideología”.
La batalla ideológica fue admitida por buena parte de los líderes que intervinieron como un desafío tan importante como el propiamente militar. No sólo Obama, sino también el primer ministro británico, David Cameron, y el ministro francés, Laurent Fabius, y lo que resulta más significativo, representantes de las monarquías árabes del Golfo, subrayaron la prioridad de contrarrestar el efectivo aparato propagandístico del yihadismo, que ha conseguido reclutar a miles de jóvenes procedentes de todo el mundo. La gran preocupación es que una parte de esos jóvenes están regresando a sus países dispuestos a continuar la yihad con nuevos atentados. Coincidiendo con la cumbre, el Congreso de los Esta- dos Unidos dio a conocer un informe según el cual el Estado Islámico ha logrado reclutar 30.000 combatientes procedentes de todos los países del mundo, 250 son estadounidenses y 5.000 tienen pasaporte occidental que les permite entrar en Estados Unidos sin necesidad de visado.
Obama presumió que la coalición mundial que él convocó sigue creciendo. Ayer dio la bienvenida a los recién incorporados Nigeria, Túnez y Malasia, con lo que ya son 60 los países que inte-
La cumbre contra el terrorismo islámico, celebrada en la ONU, constata que el drama sirio va para largo
gran la coalición, pero persisten las diferencias estratégicas sobre qué hacer con Bashar el Asad. Rusia no quiso contribuir al éxito de la cumbre convocada por Obama y envió de oyente a un representante de rango inferior, el embajador ante la ONU, Vitaly Churkin. El representante ruso protestó públicamente por lo que consideraba “una falta de respeto” que Estados Unidos utilizara las Naciones Unidas para imponer su estrategia. “La ONU tiene su propia estrategia de lucha contra el terrorismo, pero Estados Unidos siempre tienen que demostrar que son los que mandan”. Hoy Putin celebrará su propia cumbre presidiendo una reunión del Consejo de Seguridad y aunque no es probable que consiga su propósito de aprobar una resolución que autorice a atacar a Estado Islámico de acuerdo con el gobierno de Damasco, sí que está ganando terreno la tesis de permitir que Bashar el Asad siga en el poder durante un tiempo.
Obama fue claro en su intervención en la cumbre: no ve compatible la paz con la continuidad de El Asad, pero se abrió a la posibilidad de “encontrar un mecanismo político en el que es posible iniciar un proceso de transición”.
Un poco más allá fue el primer ministro Cameron que interpretó a Obama: “Lo que Estados Unidos dice, algo con lo que estoy de acuerdo, es que es necesaria una transición, pero lo que está claro es que al final del proceso El Asad no puede ser el líder de Siria”.
Y mientras Obama lideraba la reunión en la sede de la ONU, Donald Trump, el candidato a la nominación republicana favorito en los sondeos, aprovechó la ocasión para hacerse notar y atraer atención de las cámaras llevándole la contraria al presidente y, lo que es más significativo, apoyando las tesis del líder ruso Vladímir Putin. “Si Rusia quiere participar en la lucha contra el Estado Islámico, hay que dejar que lo haga”, declaró Trump a la cadena NBC. Igual que hizo Putin el lunes, el magnate inmobiliario puso en duda que el régimen de Bashar el Asad sea una tiranía. “No lo tengo claro”, dijo cuando le preguntaron si El Asad era la fuente de todos los males, y añadió: “Nadie sabe quiénes son esos que quieren reemplazar a El Asad y podrían ser peores”.
Por cierto que también intervino en la cumbre el ministro español de Exteriores, José Manuel García-Margallo, que reivindicó la experiencia española en transiciones políticas y en lucha contra el terrorismo. Y el ministro español expuso un planteamiento en el que la caída de El Asad no es lo prioritario: “Lo urgente –dijo Margallo– es un alto el fuego y llevar ayuda humanitaria para frenar el éxodo de refugiados, lo siguiente es restablecer las libertades y lo tercero es iniciar una transición política que desemboque en una convocatoria electoral. Quién se pueda presentar a esos comicios y quién no, ya se decidirá cuando llegue el momento, nuca antes”.
Donald Trump irrumpe para apoyar las tesis de Putin y aceptar la continuidad del régimen sirio