Juncker se sale del guión oficial y califica el 27-S de “referéndum”
Manuel Valls: “Todo lo que debilitara a España debilitaría a Europa”
No quieren salirse del guión oficial ni “inmiscuirse” en un debate que consideran “un asunto interno español” pero a veces los dirigentes europeos, cuando se les pregunta por la situación en Catalunya, acaban por hacer ambas cosas. Ocurrió ayer en París, en una comparecencia de prensa conjunta de Manuel Valls, primer ministro de Francia, y Jean Claude Juncker, presidente de la Comisión Europea.
“¿Quién soy yo para querer, después del referéndum pero sobre todo antes del referéndum, entrometerme en la intimidad española?”, planteó Juncker para justificar su deseo de “no inmiscuirse en un debate profundo que agita a todas las partes de España”. Lapsus o no, utilizando el término referéndum Juncker asumió el carácter plebiscitario de las elecciones del domingo, un planteamiento que el Gobierno central español, de su misma familia política europea, no comparte y que ha combatido en la escena nacional e internacional antes y después del 27-S. En cualquier caso, sus referencias en esta cuestión son, dijo el presidente de la Comisión Europea, los pronunciamientos de sus antecesores Romano Prodi y José Manuel Durão Barroso sobre las consecuencias de la secesión de un territorio de un Estado miembro de la UE (salida del club y negociación para convertirse en socio) y la Constitución española.
Valls también comenzó su intervención señalando que “no corresponde al Gobierno francés hacer comentarios ni inmiscuirse en el debate sobre el futuro de España, pero...”. El gran pero para el primer ministro francés, de raíces catalanas, son los efectos devastadores que a su juicio tendría para Europa “una España dividida y debilitada” y la desintegración de sus estados nación. “España es uno de nuestros vecinos. Tenemos una estrecha colaboración política y económica desde siempre, vínculos que no hace falta ni recordar... Yo, por principios, siempre estoy muy atento a que los estados nación no se desintegren. Aunque corresponde a España decidir sobre su organización interna, todo lo que debilitara a España debilitaría a Europa”, dijo.
Mientras tanto, en Bruselas, los eurodiputados españoles se enzarzaron ayer en una amarga discusión por correo electrónico, con copia a los 751 miembros de la Cámara, sobre los resultados electorales. El detonante fue un prolijo e-mail de Ramon Tremosa (CDC) con su análisis del 27-S, destacando que los independentistas ganaron en votos y escaños. “Magnífica manipulación”, le replicó Enrique Guerrero (PSOE). Maite Pagazaurtundúa (UPyD) puntualizó que el 47,78% de los votos fueron por la independencia y el 51,69%, contra. Francesc Gambús (Unió) respondió indignado. “Querida Maite, no cuentes a Unió y CSQP en el bloque antiindependencia”; “no estábamos a favor de cómo la defendieron” JPS y la CUP pero “no se nos puede contar en el mismo bloque que PP, PSOE y C’s”; Gambús aclaró luego que tampoco encajan en el bloque del sí.
Los eurodiputados españoles abren una discusión por correo con copia a los demás sobre los resultados