La señora del más allá
Carmen Porter es más conocida por ser la esposa y colaboradora de Iker Jiménez en ‘Cuarto milenio’ que por su obra escrita
Carmen Porter, madrileña, licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense y la Universidad Europea, es más conocida por ser la esposa de Iker Jiménez y su Cuarto Milenio que por su propia obra escrita, radiada y televisada. Rubia de ojos oscuros, conversación tranquila y arquitectura física bien diseñada, es una de esas mujeres que demuestran que a la sombra de un gran árbol sí puede crecer otro gran árbol.
Inmersa en asuntos más o menos esotéricos, historias misteriosas y teorías de la conspiración, inició su carrera de la mano de Iker en el programa Milenio 3 de la cadena Ser, que luego pasaría a formato televisivo en Cuatro y donde lleva ya una década convirtiendo las noches dominicales en sombras de misterios.
Se trata, pues, de un matrimonio que investiga unido, presenta unido y permanece unido, aunque él sea más popular y, en general, se le atribuyan todos los méritos, quedando ella en un segundo plano y en un lugar como de penumbra.
Se crea o no se crea en las cosas que cuenta y en lo que escribe, Carmen Porter ha publicado cuatro libros con títulos que indican algo de su pensamiento y de su labor investigadora: Misterios de la Iglesia, La sábana Santa: ¿Fotografía de Jesucristo?, La Iglesia y sus demonios y Milenio 3: El libro. Además de escribir en revistas especializadas en asuntos anormales como Más allá y Enigmas del hombre y del Universo, coordina el blog La nave de la moda, donde aún no se ha logrado desvelar el enigma de por qué en los desfiles de moda se presentan algunos modelos tan extraños que nadie vestiría en la calle ni en casa.
Aunque no cese de repetir que ni ella ni su marido son expertos en lo extraño, no parecen muy normales las altas audiencias que obtienen, ni las colas que forman los lectores para que les firme sus libros.
Atenta siempre a la Santa Compaña y a las meigas que todo gallego dice que no ha visto pero las hay, es militante de la humildad de la razón cuando el ser humano no puede explicarse algo mediante la ciencia. Duendes, apariciones, supersticiones, espíritus y todo lo que vaya más allá de la lógica forman parte de su trabajo, que presenta de forma ágil, amena y con eficaz frialdad profesional.
Eso no impide que en su vida privada crea en la existencia del Ratoncito Pérez, permanencia, tal vez, de la niña que fue y que a veces aún parece cuando su imaginación y su fantasía la convierten en un delicado ser de plasma televisado.
DOMINGO A LAS 22.40 h