La Vanguardia

La vuelta al mundo de Borges

- XAVI AYÉN Barcelona

Borges subiéndose en globo, Borges acariciand­o a un camello, Borges en el suelo charlando con un músico ciego, Borges en un jardín zen, Borges en una terraza madrileña tomándose unas tapas con Torrente Ballester... Pero ¿dónde estamos? ¿Por qué hay Borges por todos lados?

No se trata del agujero del Aleph, sino de la exposición El atlas de Borges, las fotos que María Kodama le iba tomando en cada viaje: Egipto, Alemania, Grecia, Estambul, la Isla del Tigre en Honduras, Buenos Aires, Ginebra... Borges era ciego, pero no paraba de viajar, y Kodama le iba explicando al oído las cosas que observaba, como la cara desnarizad­a de la Esfinge, el imponente muro de Berlín o la ceremonia del coleo en un pueblo venezolano (una especie de lanzamient­o de novillos desde lo alto de un caballo). “Él sabía que las palabras pueden ser alcahuetas –explica Kodama, en la inauguraci­ón de la exposición– y por eso las usábamos en esencia, sin la distorsión ni la vuelta”.

Kodama es esa argentina de origen japonés de quien tanto se ha dicho, que se enamoró de Borges a pesar de sus 38 años de diferencia, y a quien sus amigos llamaban “loca” por pasar sus fines de semana con aquel viejo ciego. Kodama llevaba a Borges a donde este le pedía, por peligroso que fuera subirse a un globo, a un catamarán o a la más alta loma. “Si hubiese tenido vista, habría sido un aventurero”, asegura.

A pesar de que la muestra –como todas las de esta biblioteca– es de tamaño reducido, el visitante se siente un poco como viendo el populoso mar, el alba y la tarde, las muchedumbr­es de América, el centro de una negra pirámide, convexos desiertos ecuatorial­es y cada uno de sus granos de arena... pero, sobre todo, ve la mirada de esa mujer a la que Borges no olvidó.

 ?? INMA SAINZ DE BARANDA ??
INMA SAINZ DE BARANDA

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain