Pagar por la luz solar
Los fotovoltaicos y asociaciones de consumidores critican la norma
La nueva regulación del autoconsumo eléctrico incluye una tasa que deberán pagar todos aquellos usuarios que estén conectados a la red eléctrica, que son la inmensa mayoría, una normativa que provocará el encarecimiento de la energía renovable, incluso por encima de la tradicional.
El Gobierno aprobó ayer el real decreto para regular el autoconsumo eléctrico, una de las últimas piezas del puzle de la reforma energética del PP en esta legislatura. Asociaciones de consumidores y patronales fotovoltaicas criticaron ayer la norma porque se prevé un cargo económico extra, conocido popularmente como el “impuesto al sol”, que habrá que pagar si el consumidor está conectado a la red.
La nueva regulación nace con polémica a raíz de la citada tasa, que formará parte de los peajes. El ministro de Industria, José Manuel Soria, realizó dos distinciones, en la rueda de prensa tras el consejo de ministros. La primera entre clientes de más de 100 kilovatios y los de menos de esa potencia. Y entre si la instalación es sólo para autoconsumo o también para comercializar.
Independientemente de la potencia contratada, todos los usuarios tendrán que pagar el tributo al sol si están conectados a la red, algo que sucede la mayoría de las ocasiones, salvo en casas muy aisladas. Aquellos usuarios de más de 100 kW que quieran vender sus excedentes eléctricos tendrán que apuntarse al registro de generadores.
En este sentido, una de las polémicas se encuentra en las viviendas o pequeños negocios con una potencia contratada por debajo de los 10 kilovatios, lo más habitual en España. El excedente de energía que viertan a la red no se les retribuirá y, por el contrario, sí pagaran el citado recargo. Al hablar de ese recargo, Soria defendió que el problema es “si están conectados a la red”. Algo que es imprescindible porque el sol o el viento no producen energía las 24 horas del día.
Según el último borrador, puesto que la letra pequeña del real decreto no se conocerá hasta que se publique en el Boletín Oficial del Estado, el nuevo “impuesto al sol” cuenta con dos términos: variable y fijo. A los consumidores de hasta 10 kW de potencia contratada, así como en las islas, se eximirá el pago de la parte variable, pero se mantendrá la fija vinculada a la potencia contratada.
Otro tema relevante es cuánto tiempo tardará un usuario en rentabilizar su inversión si opta por poner en su casa placas fotovoltaicas para autoproducir energía. Según los datos que maneja la patronal Unión Española Fotovoltaica (Unef), con el último borrador, un usuario doméstico tardaría unos 16 años, mientras que una pyme, 7,5 años.
Esta patronal denuncia que no se regula “el balance neto”, es decir, ceder la electricidad generada y sobrante y recuperar esa misma cantidad de energía cuando la instalación no produce energía, por ejemplo, por la noche. Además, la norma prevé que los autoconsumidores de menos de 100 kW “están obligados a regalar su excedente a la compañía eléctrica”, según su presidente Jorge Barredo. Esto perjudica a las pymes, que podrían vender su energía sobrante a la red.
Otra patronal, la Asociación Nacional de Productores de Energía Fotovoltaica (Anpier), también critica la nueva normativa porque “evita que ciudadanos y pymes produzcan energía”. Para su presidente, Miguel Ángel Martínez-Aroca, “esta norma trata de retrasar al máximo el nuevo modelo energético para apuntalar el modelo fósil-nuclear que está en manos de unas pocas empresas”.
Según la Federación Nacional de Comunidades de Regantes (Fenacore), “los propietarios de una instalación de autoconsumo pagarán por cada kilovatio hora de energía el doble de peaje de acceso que un usuario que lo compre directamente al sistema eléctrico”. En su opinión, “se trata de una medida legislativa discriminatoria” y que no contribuirá a la autoproducción eléctrica.
Rentabilizar una placa solar va desde los 16 años para un hogar hasta los 7,5 años para una pyme