“Vivo en medio del bosque en Australia para huir de los paparazzi”

Desde sus primeros pinitos en series como Al salir de clase o Los Serrano, poco queda ya de aquella jovencita madrileña que inició su carrera como periodista. Su andadura por el cine español fue corta, Di Di Hollywood o Copito de nieve, pero lo justo para dar el salto al cine norteamericano y sus grandes superproducciones. Su participación en varias de las entregas de The fast and the furious le permitió cambiar de registro y ganarse un nombre en Estados Unidos. Ahora, Elsa Pataky (39 años) ha visitado nuestro país para presentar la nueva colección de Women’secret, Limited Edition. Sin embargo, aunque sólo pasó unas horas en España lejos de su familia, no pudo por menos que emocionarse cuando le preguntamos por sus hijos.

¿Dónde ha dejado usted a sus niños?

Los he dejado en Australia (con voz de pena). Acabo de hablar con ellos por Facetime. He estado hablando con India que es capaz de verme y de tener una conversación pero se ha apagado por un momento y se ha puesto a llorar. Decía: “Que te he perdido, mamá”. Me emocioné enseguida porque les echo mucho de menos. Pero bueno, es simplemente una semana y ya está. Me cuesta mucho separarme de ellos.

Hace unos días publicó en su cuenta de Instagram una fotografía con su marido Chris Hemsworth y sus pequeños en pijama. Me recordó a Peter Pan.

Ay sí, que estamos volando con el pijama. Es una de las favoritas de India, le encanta. Volar con tu imaginación, ése era el sentido de ese Instagram. La imaginación es algo que los niños hacen fenomenal y que nosotros tendríamos que seguir haciéndolo.

“Volar por el cielo”, rezaba el texto. ¿Qué es lo que hace volar a Elsa Pataky?

Mis hijos, es lo que más adoro. Cuando era muy joven recuerdo que siempre que veía un avión decía, quiero estar en ese avión, quiero estar en ese avión, y la vida cómo es, que al final, ¿no?, mi vida entera ha sido en un avión.

¿Cómo es la personalidad de India Rose, Tristan y Sasha?

Cada niño es diferente. India es rebelde para ser una niña. Es muy activa, cabezota, pero también muy tierna y cariñosa. Tristan es totalmente independiente, testarudo en el sentido que cuando quiere algo lo consigue sin ayuda de nadie. Él solo lo quiere hacer todo. Es muy bruto. Empezó a andar con diez meses sin ayudarse de nada. Ahora ya tiene año y medio y va con un Scooter. En cambio, Sasha es el más sensible de todos. Es el que le encanta abrazar, dar besos, estar con su madre. Es más dependiente y las cosas le afectan muchísimo.

Han vivido en Londres, Los Ángeles, ahora Australia. ¿Cómo fue su vida en Estados Unidos? ¿Hollywood es lo que parecía?

Somos una familia muy nómada (sonríe). Los Ángeles es una ciudad para trabajar, para perseguir un sueño. Era importante estar allí. Aunque es difícil porque estás lejos de tu familia y de la gente que te quiere. Además, Los Ángeles hizo que conociera a mi marido con lo cual lo recuerdo como el mejor sitio del mundo hasta que le hice venir a España, claro (risas).

Según su opinión, ¿cuál sería el lugar más adecuado para educar a sus hijos?

Los Ángeles no es una ciudad para tener niños. Para mí lo ideal es estar en un mundo donde no nos reconozcan y donde no tengamos que sufrir por los paparazzi. Mi hija empezó a asustarse y a llorar cuando le hacían fotografías. Es un mundo superficial y con mucho prejuicio y yo quería que mis hijos fueran niños normales, incógnitos y nada más. Prefiero que crezcan en la naturaleza y que disfruten de la playa.

¿Por qué no han escogido España?

Porque tenemos el mismo problema. Es una pena pero es así. En Australia nos hemos ido a un lugar remoto, en medio del bosque. Estamos a nuestro aire y con una vida totalmente normal.

Ahora que tiene que promocionar que es una mujer sexy, que lo es, ¿se siente una mujer sexy?

Me gusta decir que soy una mujer sensual que sabe utilizar los momentos sexys cuando considero. Sentirse sexy te hace sentirte bien contigo misma.

Aunque dicen que la vida mejor vivirla “despeinada”. Saltar, reír, bailar…

Esos son los momentos que promocionamos en Women’secret. Aquellos en los que ponen tu canción favorita, comienzas a cantar en la ducha y te piensas que eres la mejor cantante del mundo. Te sientes bien, te sientes feliz, no importa si estás vestida o desnuda. Estás tú sola frente al espejo. Y eso es un instante de libertad, de felicidad, que surge así de repente.

Recientemente ha perdido a

“Los Ángeles no es una ciudad para tener niños; es un mundo superficial y con mucho prejuicio”