Irán se implica en la guerra de Siria
Miles de milicianos dirigidos por Teherán se suman a las fuerzas sirias y rusas
Decenas de carteles con fotos del comandante Hosein Hamedani aparecieron en Teherán sólo unas cuantas horas después de su muerte en Siria hace una semana. Hamedani, el militar de mayor rango que ha muerto fuera de las fronteras persas desde la creación de la Revolución Islámica, estaba realizando una misión de reconocimiento en Alepo, donde la aviación rusa en compañía del ejército sirio, Hizbulah y las milicias lideradas por Irán estarían próximos a comenzar una gran ofensiva contra los grupos rebeldes. Fuentes occidentales sostienen que Teherán ha enviado a miles de combatientes. La guerra de Siria tiene ya un nuevo actor.
“El primer objetivo es asegurar las áreas límite donde el ejército sirio está peleando y liberarlo de presión. Esto queda muy claro cuando se analizan los lugares donde ha atacado la aviación rusa”, explicaba días atrás el asesor del Parlamento iraní para asuntos internacionales, Husein Sheijoleslam, que reconoce que la situación en Siria es para el régimen de Bashar el Asad mucho mejor hoy que meses atrás, cuando el ejército sirio se veía incapaz de reclutar a los hombres necesarios y perdía terreno.
“Los rusos –a quienes los iraníes reivindican haber convencido de participar más activamente en la lucha contra los extremistas del Estado Islámico (EI) o Al Qaeda– han hecho un trabajo muy efectivo desde que empezaron a bombardear el 30 de septiembre, pero el factor decisivo de esta nueva ofensiva que empieza en Siria serán los hombres en el terreno”, añade.
Esta avanzada, según este exdiplomático, incluye a los combatientes del libanés Hizbulah y otras milicias chiíes dirigidas por Irán –integradas por iraquíes, afganos y también persas, aunque de ello no se habla públicamente en Irán– más el ejército y las milicias sirias. Teherán, asegura un comentarista iraní que pide anonimato, habría acelerado la creación de un mayor número de milicias en los últimos meses en apoyo del ejército sirio.
“Una de las labores de Hamedani era entrenar a las milicias locales y prepararlos para defenderse”, explicó Mohsen Rezai, el exdirector de los Guardianes de la Revolución, durante el funeral celebrado el pasado domingo en el que miles de personas acompañaron el féretro por las calles del centro de Teherán. Por un par de horas la guerra siria, casi invisible para los iraníes, se hacía palpable. Rezai añadió que los iraníes estaban en Siria para no tener que combatir al EI en las calles de Teherán. “Por eso nadie se debe preguntar por qué su martirio”, dijo. Otros dos integrantes de este cuerpo militar, Farshad Hasunizadeh y Hamid Mokhtar-Band, murieron también en Siria este martes.
Desde el punto de vista de los iraníes, y según diferentes conversaciones con personas conocedoras de la nueva estrategia en Siria, el principal objetivo de esta coalición es retomar el control del principal bastión del régimen –Alepo, el corredor de Hama, Homs, la región de Latakia y la frontera libanesa– y después buscar un alto el fuego que permita centrar el combate en el EI, objetivo en el que son extremadamente críticos con Estados Unidos.
“Ellos –por los estadounidenses– están haciendo un doble juego. Los quieren contener (a los yihadistas) pero no quieren acabarlos”, dice Mohamad Marandi, analista internacional persa, que asegura que la entrada de los rusos ha tenido un gran efecto psicológico.
Paralelamente el viceministro de Exteriores iraní para Oriente Medio, Amir Abdolahian, aseguró durante una visita a Bruselas que Irán planea presentar un plan de cuatro puntos para buscar una solución a la guerra siria que pasaría por la búsqueda de un gobierno de unidad, un alto el fuego, la lucha contra el terrorismo y una reforma de la Constitución.
Si bien los iraníes han reconocido desde hace tiempo que apoyan militarmente al Gobierno de Bashar el Asad a través de asesores militares, siempre han mantenido en silencio las labores que desempeñan más allá de la protección del mausoleo de Sayyidah Zeinab, la nieta del profeta Mahoma, cerca de Damasco. La única cabeza militar visible en Siria e Iraq es el general de las fuerzas Qods, Qassem Soleimani, que en el último año ha pasado a tener un protagonismo inusual para el mundo militar iraní. Soleimani habría sido quien habría planeado la nueva estrategia que se lleva actualmente en Siria, según aseguran algunas fuentes en Irán.
“No hay duda de que el número de asesores militares se ha incrementado, porque era parte del acuerdo entre El Asad y Rusia. Pero este compromiso no incluye que nosotros estemos presentes en el terreno de batalla”, aseguraba Sheijoleslam. La agencia Reuters, citando a dos fuentes militares, asegura en cambio que los iraníes habrían enviado un gran número de hombres a Alepo para esta misión.
Próxima ofensiva del ejército sirio, Hizbulah, las milicias iraníes y la aviación rusa Rusia e Irán se proponen asegurar el control del principal bastión del régimen