Quiroga abandona como líder del PP vasco desautorizada por la dirección
La expresidenta de los populares planteó rebajar el listón de la condena a ETA
Arantza Quiroga, presidenta del PP vasco desde el 2013, anunció ayer la dimisión tras haber sido desautorizada por la dirección de su partido después de presentar hace una semana una proposición no de ley en el Parlamento de Vitoria sobre pacificación. El texto auspiciado por Quiroga no exigía a la izquierda abertzale una condena de la actividad de ETA, sino un “rechazo de la violencia”. La ya expresidenta dijo que había fracasado al intentar “aunar voluntades” dentro de su partido.
La dimisión de Arantza Quiroga se produce a dos meses de las elecciones generales, lo que complica la posibilidad de celebrar un congreso inmediato. Lo más probable es que sea la junta directiva del PP vasco la que elija al sustituto y al cabo de unos meses se convoque un congreso para ratificar la decisión. Esta fue la fórmula utilizada en el 2013 para elegir a Quiroga sucesora de Alfonso Basagoiti.
En las filas del PP vasco el nombre que suena para ocupar la presidencia es Javier de Andrés, actual vicesecretario general de los populares de Euskadi y diputado general de Álava hasta las pasadas elecciones municipales. De Andrés cuenta con el respaldo de pesos pesados del partido como Alfonso Alonso o Javier Maroto, los dos con puestos relevantes en la política nacional. De Andrés contaría también con el apoyo del PP vizcaíno y del alavés. Aunque también figura en las quinielas otro alavés, Iñaki Oyarzábal, que fue secretario general del PP vasco hasta que hace poco más de un año Quiroga decidió sustituirlo.
La crisis se abrió la semana pasada, a raíz de la presentación en el Parlamento vasco de la propuesta para crear una ponencia de libertad y convivencia en la que, a juicio de sectores del propio PP, se rebajaba el listón de exigencia a la izquierda abertzale y se desmarcaba de la estrategia de firmeza que en la Cámara mantienen los socialistas y UPyD. La iniciativa recibió el aplauso inmediato de la izquierda abertzale y del PNV, al contrario
de lo que ocurrió en el seno del PP. Fuentes de este partido indican que Quiroga recibió el plácet de la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, para presentar la propuesta. Pero al conocerse el contenido aparecieron de inmecoles
diato las críticas internas y el desmarque por parte del ministro de Sanidad y presidente del PP alavés, Alfonso Alonso, que se distanció del documento en declaraciones a una emisora de radio.
Las palabras de Alonso, que lidera
el sector alavés enfrentado a Quiroga desde el congreso de marzo del 2014, supusieron una desautorización pública de la presidenta vasca, a la que siguió la orden del PP nacional de retirar la moción. Quiroga lo hizo el miér- de la semana pasada, apenas 24 horas después de haber presentado el documento en el registro del Parlamento vasco. La dirigente popular lo justificó en público por la actitud que había expresado la izquierda abertzale a raíz de la presentación de la iniciativa, pero era inevitable interpretar la situación como un desaire de su propio partido. Así lo reconocía ayer ella misma, cuando dijo que la actitud de la izquierda abertzale no era toda la razón del paso atrás, sino que la clave estaba en la decisión del PP.
En realidad, Quiroga ya comunicó el jueves pasado a Cospedal su voluntad de dimitir, pero la secretaria general, que la apoyó en público, le pidió que lo reflexionara
“HE FRACASADO” Quiroga buscaba una transición del PP vasco “de la resistencia a la influencia”
LA QUINIELA SUCESORIA El vicesecretario Javier de Andrés es el nombre que suscita consenso para el relevo
unos días antes de adoptar la decisión definitiva. Este martes comieron juntas en Madrid y ahí se confirmó la renuncia.
Quiroga justificó ayer su propuesta indicando que el PP vasco tenía que dejar de ser “el partido de la resistencia” y convertirse en una formación influyente. “La volvería a presentar una y mil veces porque creo que el PP vasco, que ha sido la vanguardia de la lucha contra el terrorismo durante muchos años, debe serlo también en la búsqueda de la convivencia en libertad, en paz, desde la deslegitimación del terrorismo, desde la verdad y la justicia con las víctimas del terrorismo”, añadió.
Quiroga defendió dar “un paso adelante por la convivencia, porque la sociedad va por delante de los políticos en este tema”, pero reconoció que había fracasado “en tratar de aunar voluntades detrás de este objetivo”. También pidió disculpas a “las víctimas que no hayan entendido lo que he hecho”. La crítica más dura que recibió fue la de la Asociación de Víctimas del Terrorismo que pidió su cese. Otros grupos de víctimas de ETA, como Covite, se mostraron comprensivos con la actuación de la dirigente del PP.