Octubre sin Lara
Para todos los que aman la cultura y sostienen que leer un libro es la forma más inteligente de aprovechar el tiempo, octubre es el mes del Planeta. Un año más, en la noche del día 15, conoceremos quién se lleva el premio de los premios, el que consagra doblemente a un escritor, al proporcionarle en partes iguales lectores y dinero. La fiesta de este octubre estará velada de tristeza, ya que no estará José Manuel Lara Bosch, y lo vamos a echar mucho de menos, porque además de un empresario atrevido y un innovador incansable, era un hombre cabal y un amigo fiel.
José Manuel supo conjugar la osadía con la prudencia, la fantasía con la sensatez. Tuvo siempre muy claro que uno deja de ser empresario cuando deja de pensar en crecer. Recibió de su padre la primera editorial de España y la convirtió en uno de los grupos de comunicación más importantes del mundo. Tuve el privilegio de contarme entre sus amigos, y lo único que lamento es no haber tenido más ocasiones para disfrutar de este gran hombre, que podía presumir mucho más de lo que era, pero prefería compartir con su gente la pasión por la vida.
Permanece en el recuerdo la última entrevista que le hice en Protagonistas, donde apostó rotundamente por una Catalunya española, y dejó bien claro que una hipotética independencia supondría el traslado de su editorial. A José Manuel Lara se le entendía todo, y no lo ocultaba. Conocía sobradamente la sutil diferencia que existe entre una verdad que hay que decir y una confidencia que hay que callar. Era un personaje que sabía muchísimo más de lo que decía, pero, llegado el momento, no tenía ningún reparo en decir todo lo que sabía, aunque no sentara bien a determinados círculos.
No consideraba la cultura como una torre de marfil, sino como un punto de encuentro entre todos los españoles, un lugar de controversia y de concordia. Veía la televisión, y escuchaba la radio, pero por encima de todo cuidaba de su escudería literaria. Quien haya experimentado el tormento y el éxtasis de escribir un libro ha visto siempre en Lara el gran defensor de sus derechos, pues combatió como nadie la piratería en internet. Y es que su afición más activa y constante eran los libros. Era un lector infatigable. Precisamente porque amaba la cultura y sostenía que leer un libro es la forma más inteligente de aprovechar el tiempo, octubre es y será siempre el mes de José Manuel Lara Bosch.