El 45% de las embarazadas evita el bus y el metro por falta de sitio donde sentarse
Aglomeraciones y pocos asientos reservados desaniman a las mujeres encintas
Las aglomeraciones en hora punta, los pocos asientos reservados, las escaleras de las estaciones o el miedo a recibir golpes son obstáculos que las embarazadas prefieren evitar si tienen que subir al transporte público, ya sea el autobús o el metro. Por ello, cuatro de cada diez prefieren usar otros medios de transporte, probablemente, la mayoría privados. Para las que eligen el coche, una advertencia del RACC: hay que ponerse bien el cinturón para no dañar al feto.
Las embarazadas, según los datos de una encuesta realizada por el RACC, reclaman disponer de más asientos reservados, aumentar la señalización en el transporte público y mejorar la vía pública, para evitar baches. El director técnico de la Fundación RACC, Lluís Puerto, declaró ayer en la presentación de la encuesta que la reducción del uso del transporte público es “preocupante y deben hacerse cambios”. Por ello, el RACC ha reclamado a la Administración “espacios públicos más amables, seguros y confortables”, ya que las sacudidas producidas por los agujeros en las aceras o calzadas pueden afectar al feto. También ha pedido una conducción “más suave” de los autobuses para eliminar riesgos de caídas y evitar los frenazos.
Utilizar menos el transporte público no es la única decisión que toman las embarazadas. El uso del coche disminuye a medida que avanza el embarazo, mientras que el 32,2% de las mujeres encuestadas conducían antes de la gestación, el porcentaje baja hasta la mitad durante el tercer trimestre.
El riesgo de accidente de las embarazadas es equiparable al del colectivo de mujeres, pero durante el 2014 en Catalunya, 316 mujeres encinta fueron atendidas por accidentes de tráfico, aunque el RACC no distingue entre los incidentes que derivaron en lesiones y las consultas por prevención después de un pequeño choque.
En la encuesta, el 15,3% de las mujeres declaró haber tenido algún accidente durante el embarazo, aunque sólo el 4,3% fue de coche. Los demás accidentes se produjeron caminando, por lo que mejorar las aceras también es fundamental para el RACC.
Toda precaución es poca y, para evitar cualquier sobresalto en el coche, el RACC ha advertido de que el cinturón es obligatorio siempre, pero si estás embarazada hay que colocarlo diferente. La banda horizontal debe ir por debajo de la barriga, apoyada en la pelvis, porque en caso de choque estos son los huesos más fuertes del cuerpo y resisten mejor el impacto. La tira vertical tiene que ir entre los pechos para que el torso no se tire hacia delante si existe colisión. Se debe vigilar que la banda horizontal no se suba durante el trayecto porque podría dañar al feto en un choque.
El RACC ha solicitado a los fabricantes de coches cinturones que protejan mejor a las embarazadas.
La colocación correcta del cinturón es una cinta por debajo de la barriga y la otra entre los pechos