Púrpura otoñal
Otoño de secano. Las lluvias y el viento de la semana pasada echaron por tierra los frutos de las chumberas. Te los encuentras encima de algunas hojas planas, como pelotas de pin pon en equilibrio sobre la pala. Pero la mayor parte caen a los pies de la planta y se amontonan como huevos en la huevera o tomates en un bol. A diferencia de los higos chumbos de finales de verano, grandes como puños, que pasan del verde al amarillo y del amarillo al rosado de manera natural y acompasada, los higos chumbos de octubre son pequeños, aguzados y de un intenso color púrpura. No debí fijarme lo suficiente en su día porque los descubro de pronto, casi maduros, y me he perdido todas las fases anteriores. Cuando empiezan a destacar, va el viento y la lluvia y los esparcen por el suelo. Si los pisas desprenden un líquido de un bello color púrpura rojizo, con las semillas que quedan flotando en la masa pastosa. La tentación es muy fuerte y puede que las chumberas se sirvan de esta atracción para reproducirse.Voy aplastando higos chumbos y todo el camino queda salpicado de rojo y sembrado de semillas que el año próximo serán pequeñas plantas.
Otoño de regadío. El sábado próximo, si puedo acercarme al río, echaré un vistazo a las colonias de Phytolacca americana, que no sé si a causa de la calor de los últimos años crecen descontroladas. Es una especie invasora de América del Norte, las hojas tienen textura de acelga. La característica principal es que cuando termina el verano, después de muchas horas de sol, el tronco se vuelve púrpura, y a veces también son púrpuras las hojas, empiezan por los nervios, y las flores dan paso a frutos de un azul purpúreo. Cuando no estaba tan preocupado por las especies invasoras, me gustaba encontrar colonias de Phytolacca americana en los rincones más húmedos del bosque. Ahora, en algunos pinares y veras herbosas han proliferado tanto que la visión angustia un poco. Los frutos se secan en los tallos (hay un momento mágico en el que los granos verde claro destacan vivamente en la rama rojiza). Una vez secas, las semillas deben ser muy ligeras y volátiles porque aparecen plantas nuevas por todas partes.
Aposematismo otoñal. Los higos chumbos de octubre y los tallos de la Phytolacca americana, en el secano y en el regadío, nos recuerdan la necesidad de ser uno mismo y la posibilidad de revestirse con los tonos más escandalosos que ofrece la naturaleza, ahora que la vida vuelve a la tristeza y al gris gregario. Si se presentaran con este púrpura rabioso en primavera, no llamarían la atención: todo es escandaloso y rabiosamente colorido en primavera. Pero el 15 de octubre es una alegría que no toca. Todo el mundo está preocupado por la crisis: mimetizarse, disimularse, no destacar, que no vayan a pensar, que no digan que. Valientes, honrados, desacomplejados arlequines de otoño.
Los higos chumbos de octubre son pequeños, aguzados y de un bello color púrpura rojizo