Los empleados de cajas se pueden quedar sin convenio
Los sindicatos afirman que la patronal se niega a negociar
Después de pasar por una profunda transformación a consecuencia de la crisis financiera que ha recortado en un tercio los empleados del sector, los 82.000 trabajadores de cajas de ahorros que quedan se enfrentan a una segunda reconversión con una renovación del convenio colectivo a la baja. Los sindicatos se reúnen hoy con la patronal Asociación de Cajas de Ahorros para Relaciones Laborales (Acarl) en el enésimo intento por desbloquear el convenio. Mañana viernes los representantes de los trabajadores han convocado concentraciones de protesta ante las sedes de las grandes entidades del sector -como CaixaBank, Bankia, Unicaja, Ibercaja o Liberbank– ante la posibilidad de que la reunión de hoy vuelva a fracasar.
Los empleados se oponen a las pretensiones de la patronal que pasan por la transformación de una parte del salario de fijo a variable, la eliminación de los ascensos automáticos por antigüedad, el aumento de la jornada laboral hasta las 1.700 horas, la imposición de la jornada partida para la práctica totalidad de la plantilla y la movilidad geográfica de hasta 50 kilómetros. La patronal declinó ayer comentar la situación de las negociaciones
Los sindicatos CC.OO., UGT, Csica y CIC exigen a la patronal que cambie su postura y negocie un nuevo convenio. Los trabajadores advierten que, con la nueva legislación, si no se consigue un acuerdo sobre el nuevo convenio antes de que expire el periodo de 12 meses de ultractividad que finaliza el próximo 21 de noviembre, los empleados pueden quedarse sin convenio colectivo.
Aunque algunas entidades como CaixaBank cuentan con un convenio propio que mejora el del sector, fuentes de CC.OO. en la entidad catalana afirman que es imprescindible dotarse primero de una convenio del sector.
Fuentes sindicales indicaron ayer que uno de los elementos que más controversia provoca es la pretensión de obligar a los empleados a hacer jornada partida. En la mayoría de las entidades las direcciones respectivas no han informado a los sindicatos si esa modificación lleva aparejada realmente un cambio en la organización enfocada a que las antiguas cajas de ahorros puedan abrir por la tarde.
El convenio que ahora está en discusión es el primero de verdad que se negocia entre las partes desde que estallara la crisis económica y financiera en el 2007. El anterior convenio que se negoció hace cinco años fue prácticamente una prolongación del que estaba en vigor.
Según datos de la Confederación de Cajas de Ahorro (CECA), durante la crisis se ha reducido la plantilla del sector en un tercio, lo que significa 41.807 trabajadores menos. El colectivo a fecha 31 de marzo estaba formado por 82.247 personas.
En cuanto al número de entidades, la crisis ha provocado que de las 45 cajas de ahorros que había en el 2010 ahora queden 11, la mayoría reconvertidas en bancos. Esa reducción de entidades se ha producido como consecuencia de concentraciones y fusiones. Así pues, si en el 2009 las entidades tenían de media unos activos de 29.440 millones, ahora la media se sitúa en 89.550 millones de euros.
Las partes se reúnen hoy para desbloquear un acuerdo que afecta a alrededor de 82.000 trabajadores