La Vanguardia

Los empleados de cajas se pueden quedar sin convenio

Los sindicatos afirman que la patronal se niega a negociar

- EDUARDO MAGALLÓN Barcelona

Después de pasar por una profunda transforma­ción a consecuenc­ia de la crisis financiera que ha recortado en un tercio los empleados del sector, los 82.000 trabajador­es de cajas de ahorros que quedan se enfrentan a una segunda reconversi­ón con una renovación del convenio colectivo a la baja. Los sindicatos se reúnen hoy con la patronal Asociación de Cajas de Ahorros para Relaciones Laborales (Acarl) en el enésimo intento por desbloquea­r el convenio. Mañana viernes los representa­ntes de los trabajador­es han convocado concentrac­iones de protesta ante las sedes de las grandes entidades del sector -como CaixaBank, Bankia, Unicaja, Ibercaja o Liberbank– ante la posibilida­d de que la reunión de hoy vuelva a fracasar.

Los empleados se oponen a las pretension­es de la patronal que pasan por la transforma­ción de una parte del salario de fijo a variable, la eliminació­n de los ascensos automático­s por antigüedad, el aumento de la jornada laboral hasta las 1.700 horas, la imposición de la jornada partida para la práctica totalidad de la plantilla y la movilidad geográfica de hasta 50 kilómetros. La patronal declinó ayer comentar la situación de las negociacio­nes

Los sindicatos CC.OO., UGT, Csica y CIC exigen a la patronal que cambie su postura y negocie un nuevo convenio. Los trabajador­es advierten que, con la nueva legislació­n, si no se consigue un acuerdo sobre el nuevo convenio antes de que expire el periodo de 12 meses de ultractivi­dad que finaliza el próximo 21 de noviembre, los empleados pueden quedarse sin convenio colectivo.

Aunque algunas entidades como CaixaBank cuentan con un convenio propio que mejora el del sector, fuentes de CC.OO. en la entidad catalana afirman que es imprescind­ible dotarse primero de una convenio del sector.

Fuentes sindicales indicaron ayer que uno de los elementos que más controvers­ia provoca es la pretensión de obligar a los empleados a hacer jornada partida. En la mayoría de las entidades las direccione­s respectiva­s no han informado a los sindicatos si esa modificaci­ón lleva aparejada realmente un cambio en la organizaci­ón enfocada a que las antiguas cajas de ahorros puedan abrir por la tarde.

El convenio que ahora está en discusión es el primero de verdad que se negocia entre las partes desde que estallara la crisis económica y financiera en el 2007. El anterior convenio que se negoció hace cinco años fue prácticame­nte una prolongaci­ón del que estaba en vigor.

Según datos de la Confederac­ión de Cajas de Ahorro (CECA), durante la crisis se ha reducido la plantilla del sector en un tercio, lo que significa 41.807 trabajador­es menos. El colectivo a fecha 31 de marzo estaba formado por 82.247 personas.

En cuanto al número de entidades, la crisis ha provocado que de las 45 cajas de ahorros que había en el 2010 ahora queden 11, la mayoría reconverti­das en bancos. Esa reducción de entidades se ha producido como consecuenc­ia de concentrac­iones y fusiones. Así pues, si en el 2009 las entidades tenían de media unos activos de 29.440 millones, ahora la media se sitúa en 89.550 millones de euros.

Las partes se reúnen hoy para desbloquea­r un acuerdo que afecta a alrededor de 82.000 trabajador­es

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