Flores en el extrarradio
El Centre Metal.lúrgic de Sabadell y la Unión Empresarial Metal.lúrgica de Terrassa se fusionan. Se trata de una operación inusual. No es habitual que entidades de ambas ciudades se unan. La rivalidad entre Terrassa y Sabadell es histórica. Pero no entre los que viven en ellas, sino entre sus instituciones. Las instituciones (económicas, políticas) son poder. Por muy pequeño que sea. Y cuesta pensar en grande.
Una de las claves que explica el paso dado por Carles Garriga (Sabadell) y Antoni Abad (Terrassa) es la interlocución con una Barcelona muy crecida económicamente. Y la distinta naturaleza de sus economías. La barcelonesa, más financiera y de servicios. La vallesana, mucho más industrial. Pero la inercia condena al Vallès a ser periferia. Al Vallès, pero también al Baix Llobregat y al Maresme. Sólo alguien con mucho desconocimiento puede hablar de estos tres territorios como de extrarradio. Quizás lo fueron en 1976 (yo no lo creo). Pero cuarenta años de ayuntamientos democráticos y de sociedad civil las han convertido en sociedades bien trabadas.
La ironía de toda esta historia es que no haya sido el mundo de la política (aparentemente el más consciente de lo que se jugaba) el que haya dado el primer paso para esa acumulación de fuerzas. Ha sido la gente del metal.
El metal del Vallès se une para acumular fuerzas; es sólo un primer paso