Billy el Niño, forajido y jugador de croquet
Una supuesta foto del pistolero revive el mito del Oeste
Fue un forajido de pacotilla en comparación con otros fuera de la ley como Jesse James. Pero Hollywood lo ha mitificado. Pocos escolares saben quién fue Antoni de Villarroel, pero a todos les suena Billy el Niño. La leyenda ha dado un paso adelante con el hallazgo de una supuesta foto suya. Hasta ahora sólo lo habíamos visto de pie, feúcho y delgado, dentudo, con un Colt, un Winchester de repetición y un abollado sombrero de copa, sin nada que ver con los de los pistoleros del cine.
En esta segunda imagen se ve a dos tipos jugando al croquet, una variedad del críquet. Están en algún lugar de Nuevo México, en 1878, tres años antes de que el sheriff Garret matara al Niño de un balazo en el estómago. El de la izquierda guarda una cierta semejanza con el forajido y su afición por los atrabiliarios sombreros de copa. La mejor película sobre el bandido, Pat Garrett y Billy el Niño, que dirigió Sam Peckinpah en 1973, con banda sonora de Bob Dylan, hace un guiño a esta pasión. El protagonista, Kris Kristorfferson, que encarna al bandido, luce un sombrero de ala ancha, muy cinematográfico, pero Dylan, que hace un papelito, lleva uno como el de la foto.
Algunos le atribuyeron nueve asesinatos (que se duplican o triplican en según qué hagiografías), pero sólo se le pudieron probar cuatro. No está nada mal para alguien que murió a los 21 años. En realidad, su especialidad era el robo de ganado. Al Niño le gustaban, explica su biógrafo Mark Lee Gardner, autor de Al infierno en un caballo veloz (Península), “las mujeres, el póquer y los caballos”. Y quizá también el croquet. La foto, que una pareja compró en una tienda de antigüedades de Fresno (California) por menos de dos euros, será subastada por una millonada. National Geographic emitirá en EE.UU. el próximo domingo un documental sobre esta historia, como ya hizo con el no menos polémico evangelio de Judas.
Una empresa de numismática y coleccionismo ha certificado la autenticidad de la instantánea, pero ¿es el rey una persona imparcial para valorar la república? La empresa, Kagin’s, ha puesto a la venta la foto por 4,4 millones de euros. Su web anima a “cualquier persona cualificada que desee revisar el expediente de autenticación y discutir la posible adquisición” a ponerse en contacto con los directivos de la firma.