Formación profesional para ser un buen torero
Educación equipara el toreo a la profesión de jardinero
El Ministerio de Educación prepara un título de FP para ser torero. Y no hará falta poseer el título de ESO para apuntarse. El nuevo grado está pensado para los alumnos que no logren aprobar la secundaria, lo que se conoce como FP básica –un nivel educativo previo a la FP convencional que ha introducido la Lomce–.
El departamento dirigido por Íñigo Méndez de Vigo ya tiene listo el borrador del currículo, de 74 páginas, y al cual ha tenido acceso este diario. Se trata de un curso de 2.000 horas que se impartiría en institutos de toda España o en colaboración con escuelas taurinas bajo el nombre “Tauromaquia y Actividades Auxiliares Ganaderas”. Es la primera vez que esta práctica se regula por vía administrativa. Hasta ahora, las personas –hombres básicamente– que quieren dedicarse a este oficio acuden a escuelas taurinas y su formación carece de validez académica. Ahora, la de torero será una profesión equiparable a la de especialista en tratamiento de la madera, jardinería o ceramista –otros títulos de FP básica–.
El estudiante de tauromaquia tendrá que aprender “a desempeñar las tareas propias de los matadores de novillos sin picadores aplicando las bases de la pureza en el toreo”, señala el currículo. Educación también desgrana las habilidades que el alumno deberá alcanzar para convertirse en matador profesional, entre las que se encuentran mover el capote con soltura, realizar verónicas, pases de pecho o chicuelinas y, por supuesto, clavar las banderillas y el estoque al animal para matarlo. Es decir, todos los pasos y suertes propios de este espectáculo. El currículo no incluye, sin embargo, figuras creadas por toreros particulares. No hay ni rastro del salto de la rana que popularizó El Cordobés.
Además, el aspirante a matador conocerá la forma de “mantener en perfecto estado de uso” el traje de luces, el capote, la montera y estoque. También podrá participar en la cría de reses bravas, “ya sea por monta natural o inseminación artificial”, reza el texto.
Una vez superada esta formación, el estudiante de toreo estará preparado para trabajar como “matador de novillo sin picadores, banderillero de novillos, picador de novillos, peón agropecuario o pastor”. Es decir, que el título respeta la tradición. El titulado de FP básica podrá ejercer como novillero, pero para ser considerado torero de verdad tendrá que recibir la alternativa de otro compañero, como hasta ahora. Eso, si el ministerio no regula toda la carrera profesional del matador con un título de FP de grado superior.
El borrador del currículo no se limita a marcar los contenidos que todo diestro necesita adquirir. En él, Educación hace una defensa a ultranza del toreo, toda una declaración de intenciones en un momento convulso para esta práctica. “La tauromaquia es una manifestación artística desvinculada de ideologías que forma parte de la cultura tradicional y popular. El futuro de la tauromaquia está ligado a su consideración como parte esencial del Patrimonio Histórico, Artístico, Cultural y Etnográfico de España”, afirman. Y añaden: “La fiesta de los toros y los espectáculos taurinos populares están sujetos a constante evolución, sin que se puedan hacer conjeturas sobre de qué manera se adaptarán a las sensibilidades cambiantes de nuestros tiempos u otros venideros”, en referencia a los antitaurinos o la creciente defensa del derecho de los animales.
Las comunidades autónomas recibieron el borrador del título ayer y ahora discutirán su contenido con Méndez de Vigo. En Catalunya, la propuesta no ha gustado. “Tiene una clara voluntad identitaria”, lamentó ayer la consellera de Ensenyament, Irene Rigau, en una entrevista en Catalunya Ràdio.
El aspirante a matador aprenderá a utilizar el capote y el estoque y a cuidar del traje de luces