Vacaciones con dorsal
La locura por conseguir un dorsal en las carreras míticas hace emerger agencias especializadas
Cada vez son más los corredores de maratón y cada vez es más difícil obtener plaza en las carreras más emblemáticas del calendario mundial.
Los 50.000 entusiastas corredores que el domingo 1 de noviembre tomarán la salida del maratón de Nueva York se sentirán unos privilegiados. La lotería que montan los organizadores cada año para sortear buena parte de los dorsales vendió en la última edición más de 300.000 cupones. Si la fortuna es esquiva y no se puede acreditar una muy buena marca personal que dé derecho a uno de los codiciados dorsales, correr el maratón más mítico del planeta es en la actualidad misión imposible, por mucho que uno esté dispuesto a desembolsar los 500 dólares de la inscripción.
Recorrer a alguna de las agencias especializadas en turismo de maratones y grandes carreras se ha convertido para la mayoría de los aficionados en el único camino para llegar a meta. En España media docena de empresas tienen derecho a comercializar dorsales del maratón de Nueva York. Para hacerlo, han de convertirse antes en colaboradores oficiales de la carrera y pagar por adelantado el coste de las inscripciones, que cada año se agotan, y salir después a buscar clientes.
“Hace pocos años no había esta locura, ahora no pasa esto solamente en el maratón de Nueva York, sucede algo parecido para correr alguna de las majors”, cuenta Fernando Muiño, que la semana que viene correrá por sexto año consecutivo por las calles de Manhattan y que ya ha corrido en el selecto club de los seis maratones más prestigiosas del mundo: Chicago, Boston, Tokio, Londres y Berlín, además de Nueva York. Otro de los caminos para lograr un dorsal, correr por una causa benéfica, aunque los requisitos son muy exigentes.
El incremento espectacular de la demanda y las enormes dificultades para conseguir un dorsal están impulsando un negocio especializado en el turismo de maratones. Sportravel, con la sede en Barcelona, es una de las agencias especializadas en España que más maratonianos trasladan por el mundo. En su página web ya se promociona el maratón de Nueva York del 2016, después de agotar todas las plazas hace meses. “En los últimos diez años no hemos parado de crecer; antes, si contabas que te ibas a París a correr con tu pareja, te trataban de loco”, destaca Carles Fernández, de Sportravel, que este año llevará a 1.300 corredores por el planeta, la mayoría a maratones.
¿Pero qué buscan los aficionados que deciden salir fuera y costearse viajes que superan los 2.500 euros por persona? “Te engancha, disfrutamos todos, son emociones distintas de las de correr en España”, explica José M. Mejorada, que empezó en el 2009 a viajar por el mundo corriendo maratones, en familia, y suma diecisiete carreras internacionales. “Se mezcla el poder hacer turismo en grandes ciudades con la experiencia de correr un maratón”, añade este madrileño.
“Los neoyorquinos se vuelcan, salen todos a la calle y te animan. El ambiente hace distinto el maratón de Nueva York, es único”, añade Muiño, empresario afincado en Amposta (Montsià) que se ha marcado el reto de correr diez veces seguidas este maratón, hasta que cumpla los 50 años.
Los programas de viaje se preparan al milímetro, en una mezcla de deporte, mucho deporte, y también turismo. El jueves antes de la carrera se ha planificado una carrera “suave” por Central Park, lo que permite a familiares y acompañantes participar del acontecimiento. “La mayoría viajan acompañados”, explica Fernández. Tras la carrera del domingo, todos aprovechan el lunes para recuperarse y hacer turismo antes de coger el avión el martes hacia Madrid y Barcelona.
El turismo de maratones va mucho más allá de Nueva York, por lo que el boom alcanza las otras cinco majors y arrastra corredores en pruebas esparcidas por todo el mundo. Si el cuerpo y la cartera lo permiten, se puede hacer turismo a la carrera durante todo el año, pasando por ciudades tan distintas como Copenhague,
Sin una buena marca o la fortuna de ganar un dorsal en el sorteo, correr en Nueva York es misión imposible
Atenas, Ciudad de México e incluso Pyongyang, en Corea del Norte. Los corredores acuden a los turoperadores especializados, con otros referentes en España como Endeavor Travel & Sports, Fernando Pineda o Marathinez Tours, básicamente para garantizarse el dorsal, tras comprobar que hacerlo por cuenta propia es casi imposible, pero también por comodidad y seguridad. El público objetivo, con un poder adquisitivo medio alto.
El auge de este tipo de turismo, que en España empezó de forma minoritaria diez años atrás pero que ya empieza a tener recorrido y experiencia, ha atraído el interés de grandes empresas y agencias de viajes, como es el caso de El Corte Inglés, con una línea de negocio especializada en el running y en acompañar a viajeros en otro tipo de acontecimientos deportivos. Las triatlones o los Iron Man son otras de las pruebas atractivas a escala internacional.
Glenn Martin, neoyorquino,
fue uno de los primeros en llevar a corredores españoles por el mundo, de maratón en maratón. Tras trabajar para otros, fundó su propia agencia, Endeavor Travel & Sports, que este año moverá unos 400 corredores. “En España este fenómeno ha sido algo más débil, por razones económicas, que en EE.UU., Francia o Inglaterra, donde hay más gente viajando para correr maratones. Ha vivido un auge tremendo en los últimos cinco años; las agencias especializadas estamos haciendo crecer los maratones”, dice.
“Todos los maratonianos quieren hacer el Big Six”, constata Jèssica Bonet, en alusión a los seis grandes maratones mundiales; como entrenadora profesional y emprendedora (Run4you), prepara en el área de Barcelona a corredores que se marcan el reto de disputar su primer maratón. Cuando deciden acudir a alguna prueba internacional, lo hacen en grupos de unos quince corredores a través de una agencia. “Si no, tienes tres opciones: o una gran marca personal, que cada vez son más exigentes, la lotería o un proyecto benéfico. El 70% de los corredores del maratón de Nueva York hicieron un tiempo superior a las cuatro horas y media, por lo tanto, todos estos pagaron a una agencia”, advierte.
“Es todo un negocio, hay un gran nicho de mercado dentro del running y la gente se está dando cuenta, cada vez hay más empresas”, destaca Juanan Fernández, dedicado profesionalmente (Running Solutions) a la organización de maratones y otras pruebas por toda España.