La Vanguardia

El camino de la querella

Las declaracio­nes de testigos, el estudio de documentos y los previsible­s recursos marcarán el rumbo de la causa del 9-N

- SANTIAGO TARÍN Barcelona

La causa judicial por el proceso participat­ivo del 9-N ha vivido un momento álgido esta semana, con las declaracio­nes como imputados del presidente de la Generalita­t en funciones, Artur Mas; la exvicepres­identa del Govern, Joana Ortega, y la consellera de Ensenyamen­t en funciones, Irene Rigau, ante el Tribunal Superior de Justícia de Catalunya (TSJC). Pero es posible que viva otros, dependiend­o de como evolucione la instrucció­n. La principal duda aún persiste: ¿habrá finalmente juicio y sentencia o se archivará la causa?

Los próximo pasos. El lunes, el magistrado encargado de las diligencia­s, Joan Manel Abril, tomará declaració­n a cinco testigos más. Entre ellos está la exdirector­a de un IES, que denunció presiones del Departamen­t d’Ensenyamen­t para ceder sus locales para la consulta. Su comparecen­cia se postergó para que no coincidier­a con la campaña electoral, porque iba en el número 23 de la lista de Ciutadans por Barcelona. También está citado uno de los asesores del Govern en materia de consultas y un directivo del Centre de Telecomuni­cacions i Tecnologie­s de la Informació de Catalunya (CTTI). Además, el juez ha solicitado a este organismo documentac­ión relativa al coste de 7.000 ordenadore­s utilizados esa jornada, su transporte a los centros de votación (que eran institutos) y los programas informátic­os de que fueron dotados.

Sistema de recursos. Una vez cumplidos estos trámites, habrá que ver si las diferentes partes consideran que necesitan más pruebas o declaracio­nes. Vamos a suponer que no. En ese caso, el juez recibirá escritos de las partes (Fiscalía, defensas y acusación popular), que expresarán su parecer sobre el proceso. Es evidente que los abogados de los querellado­s solicitará­n el archivo, y parece bastante claro que las acusacione­s populares, encabezada­s por el sindicato de funcionari­os Manos Limpias, querrán ir hasta el final. La incógnita es conocer el criterio de la Fiscalía. En cualquier caso, y sea cual sea la decisión de Abril, archivar o ir a juicio, su decisión será recurrida. De revisarla se encargará una sala del TSJC, compuesta por tres magistrado­s: el presidente del Tribunal, Miguel Ángel Gimeno, y los magistrado­s Enric Anglada y Jesús Barrientos. Pero el recorrido puede no concluir aquí, aún hay otro posibilida­d de que el asunto termine en el Tribunal Supremo: si Abril cree que se debe ir a juicio y la sala estima que no. En ese caso es posible recurrir al alto tribunal. En cualquier otra hipótesis, que el instructor y la sala coincidier­an en su parecer o que el instructor pensara que no y la sala que si, la decisión no sería recurrible, explicaron fuentes jurídicas. Si se celebra el juicio, será ante magistrado­s del TSJC, y el tribunal estaría presidido por Gimeno y dos magistrado­s que no hubieran participad­o ni en la instrucció­n ni en los recursos. Podrían ser José Francisco Valls, Maria Eugènia Alegret o Carlos Ramos. La eventual sentencia, sea cual sea, sería recurrible ante el Tribunal Supremo.

Estrategia de las declaracio­nes.

Más allá del contenido político de las declaracio­nes, el asunto tiene una vertiente jurídica. La causa gira alrededor de la desobedien­cia al auto emitido por el Tribunal Constituci­onal del pasado 4 de noviembre. Lo ocurrido antes no tiene valor penal. Por lo tanto, la Fiscalía busca qué actos impulsó la Generalita­t entre el 4 y el 9 de noviembre; en especial a lo que se refiere a la cesión de escuelas, soporte informátic­o y dinero destinado a ello. Los abogados de Mas, Ortega y Rigau (Xavier Melero, Rafael Entrena y Jordi Pina, respectiva­mente) han trazado una línea de defensa basada en dos ideas clave. La primera, que no hay desobedien­cia porque no hay mandato expreso del TC a los interesado­s y no se resolviero­n las aclaracion­es solicitada­s al respecto. Y la segunda, que a partir del día 4 la Generalita­t desistió de ejecutar la consulta, no llevó a cabo ningún acto sobre el asunto, cambió su formato y dejó el desarrollo de la jornada en manos de los voluntario­s.

Brecha con los jueces. Las concentrac­iones convocadas ante el Palacio de Justicia han enfadado a los jueces. En un inusual y duro comunicado, el día 13 la sala de gobierno del TSJC acusó al Govern de estar detrás de ellas. Lo que ha causado más malestar en el mundo judicial es que los miembros del Govern acompañara­n a los querellado­s hasta el tribunal, porque estiman que deberían mantener una actitud más institucio­nal. Y también causa preocupaci­ón en medios judiciales que Artur Mas expresara la posibilida­d de incumplir una eventual condena; una declaració­n que, además, se hizo en una sede institucio­nal, la Generalita­t, por parte de un cargo público, lo que aporta una estética de incumplimi­ento de las leyes desde las mismas institucio­nes.

 ?? DAVID AIROB ?? El presidente de la Generalita­t en funciones, Artur Mas, durante la entrevista concedida ayer a RAC1
DAVID AIROB El presidente de la Generalita­t en funciones, Artur Mas, durante la entrevista concedida ayer a RAC1

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain