La Vanguardia

Premios sin Princesa

- MARIÁNGEL ALCÁZAR

Leonor de Borbón cumplirá diez años el 31 de octubre, una semana después de la celebració­n Oviedo, el próximo día 23, de los premios Princesa de Asturias, los primeros que se entregarán con esa denominaci­ón. El año pasado, aunque don Felipe presidió la ceremonia ya como Rey, los premios todavía se llamaban Príncipe de Asturias porque de esa manera habían sido convocados un año antes.

Todas las peticiones, más o menos intensas, llegadas a la Zarzuela para que la hija mayor de los Reyes asista a los actos que se celebrarán entre el jueves y el sábado de la próxima semana en Asturias, han recibido la misma respuesta: aún no tiene edad. Es verdad que, en algún momento, se pensó que la princesa Leonor acudiera este año por ser el primero en que los galardones llevan su nombre, pero se descartó esa posibilida­d ya que su presencia este año obligaba ya a la de todos los siguientes. Don Felipe ya dijo el año pasado que reiteraba su compromiso con la fundación (a la que tras la proclamaci­ón se cambió el nombre de Príncipe por Princesa de Asturias), en representa­ción de su hija hasta que ella pudiera asumir la responsabi­lidad.

Tras más de treinta años de ceremonias y de premios, Oviedo se ha convertido en un foco de exaltación de los valores del humanismo y la tolerancia. A diferencia de los premios Nobel, en los que únicamente el de la Paz y el de Literatura definen el argumento ideológico, en los Príncipe (ahora Princesa) de Asturias todas las categorías tienen un componente social, incluso la de investigac­ión científica y técnica, en la que siempre se distingue a investigad­ores cuyos logros supongan mejores condicione­s de vida en los sectores desfavorec­idos.

La Fundación Príncipe de Asturias se constituyó en Oviedo el 24 de septiembre de 1980, después de que diversas personalid­ades asturianas, aglutinada­s por el periodista Graciano García, presentara­n al entonces secretario general de la Casa del Rey Sabino Fernández Campo, natural de Asturias, la idea de promover algún tipo de vinculació­n directa entre el heredero de la Corona y el Principado. Don Felipe pronunció su primer discurso en público precisamen­te en la primera ceremonia de entrega de premios, celebrada el mes de octubre de 1981 cuando soóo tenía 13 años.

A través de sus discursos en la ceremonia de entrega de los premios, pudo seguirse durante años el proceso de maduración del príncipe Felipe. Ahora, como Rey, el escenario le permite seguir en la línea de los mensajes humanistas, bálsamo en tiempos convulsos, hasta que su hija empiece a desarrolla­r su propia personalid­ad y madurez para tomar el testigo.

PALOMAS EN PALACIO

Por más que se esfuerzan los servicios de protocolo de la Zarzuela, es muy difícil innovar en las invitacion­es para la recepción del Doce de Octubre en el Palacio Real. En el anterior reinado se intentó, pero la inercia y los compromiso­s convirtier­on los intentos de cambio en una misión imposible. Con la llegada de don Felipe y doña Letizia se quiso dar un cambio radical a la lista de invitados, pero tampoco ahora han podido darle la vuelta. Es curioso, porque a lo largo de los años los invitados por cargo, lógicament­e, han ido cambiando desde el presidente del Gobierno hasta el embajador de Francia, pero los llamados sociales permanecen. Cierto es que, por expresa decisión de los Reyes, se invitan a científico­s, representa­ntes de oenegés o personas que se han distinguid­o en el arte y las ciencias. Pero la entrada de caras nuevas no supone la salida de las de siempre, personas que mueven todos los hilos y llaman un millón de veces para no caerse de la lista. Cómo se entiende si no que Paloma Segrelles y su hija del mismo nombre acudan año tras año.

EL ARTE DEL REY

El lunes, el rey Juan Carlos volverá a la luz, y a la agenda oficial de la familia real, para inaugurar en el Palacio Real de Madrid la exposición Arte moderno y contemporá­neo en las coleccione­s reales, organizada por Patrimonio Nacional, organismo propietari­o de la piezas. La presencia de don Juan Carlos responde a que fue él quien, como hicieron sus antepasado­s con los grandes pintores que ahora enriquecen las salas del Museo del Prado, empezó a interesars­e y adquirir piezas de los artistas de su tiempo. En 1984, Patrimonio creó una comisión, presidida por el artista Rafael Canogar, para empezar una colección de arte moderno y contemporá­neo. Curiosamen­te, una de las salas de la exposición está compuesta por las obras de arte regaladas a los actuales Reyes con motivo de su boda que fueron cedidas a Patrimonio. Allí podrá verse, entre otros, el cuadro Corazones que vuelan libres de Alberto Reguera, que el sindicato UGT regaló a don Felipe y doña Letizia.

La colección está compuesta por 115 obras de las que, en la exposición del Palacio Real, podrán verse 44 de artistas como Miquel Barceló, Eduardo Arroyo, José María Sicilia, Albert Ràfols-Casamada, Joan Hernández Pijoan, Josep Guinovart, Antonio Saura, Juan Genovés, Martín Chirino y Agustín Ibarrola, entre otros.

 ?? JUAN CARLOS HIDALGO / EFE ?? La princesa Leonor, junto a su hermana, la infanta Sofía, el lunes en el desfile del Doce de Octubre
JUAN CARLOS HIDALGO / EFE La princesa Leonor, junto a su hermana, la infanta Sofía, el lunes en el desfile del Doce de Octubre
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