Parón judicial a la estación del AVE en la Sagrera
Una impugnación del Col·legi d’Arquitectes de Catalunya paraliza el proyecto; Adif quita hierro y asegura que es un retraso cautelar
La redacción del proyecto de arquitectura interior e instalaciones de la estación del AVE de la Sagrera ha experimentado un nuevo parón. El administrador de las infraestructuras ferroviarias ha suspendido cautelarmente la licitación, aunque el concurso fue presentado en su día como una prueba “de la reactivación de las obras”. La suspensión no afecta al resto de trabajos, aunque siguen al ralentí, mientras no se realice el colector de Prim, ya que el actual interfiere en la playa de vías.
La medida se ha ordenado en cumplimiento de un acuerdo del Tribunal Administrativo Central de Recursos Contractuales. Este órgano administrativo tiene competencias para dirimir conflictos en el ámbito de la administración general del Estado, en especial los relativos a la adjudicación de contratos de obras públicas. Sus miembros son nombrados por el Gobierno a propuesta conjunta de dos ministros: el de Economía y Hacienda y el de Justicia.
El Col·legi d’Arquitectes de Catalunya acudió a este organismo y ha logrado que su recurso sea admitido a trámite, lo que conlleva la paralización de las obras hasta que no haya una resolución sobre la cuestión de fondo. No hay fechas. Puede ser un plazo de semanas, meses o más.
Los arquitectos, que se felicitaron ayer del aplazamiento cautelar, pidieron en su impugnación la convocatoria de un concurso de ideas. También recurrieron aspectos formales, como los correspondientes a los plazos o la solvencia financiera y técnica que se exige a las empresas candidatas, y que consideran “desproporcionada”. La contratación, alegaron, no garantizaba “la calidad de la creación arquitectónica” y vulneraba “el interés público”. Una de las prioridades del Col·legi d’Arquitectes es que la propuesta finalmente seleccionada asegure “la inserción armoniosa de la estación en el entorno y el respeto al paisaje urbano”. Una directiva europea, que según los impugnantes no se tuvo en cuenta, sostiene que en la valoración de la relación entre calidad y precio se puede dar prioridad en determinadas circunstancias al primer aspecto, sobre todo si se trata de un edificio llamado a convertirse “en un nuevo icono arquitectónico de Barcelona”.
El 6 de noviembre era inicialmente la fecha de presentación de las plicas con las ofertas económicas para optar a la contratación. El plazo de admisión se cerraba veinte días después. Ahora este calendario queda invalidado. Fuentes de Adif matizaron ayer la importancia de la medida, con un
La licitación queda aplazada sine die, el órgano que debe decidir sobre el litigio puede tardar meses
ejemplo. “Una promotora inmobiliaria –explicaron– construye un bloque de pisos y se encarga de los accesos, la zona ajardinada, los ascensores, los cimientos... De repente un litigio judicial le impide diseñar el interior de las viviendas, pero no el resto de los trabajos. Eso es lo que ha pasa ahora. De momento, y hasta que no se pronuncie el Tribunal Administrativo Central de Recursos Contractuales, que depende de Hacienda, y no de Fomento, la vivienda, es decir, la estación, no se puede diseñar, pero sí avanzar en todo lo demás”. El problema, según otras instituciones, es el ritmo de trabajo de esas otras obras. El Ayuntamiento de Barcelona se muestra muy crítico con las previsiones de la ministra de Fomento, Ana Pastor, que se comprometió a que la Sagrera esté acababa en el 2020, seis años antes del plazo de finalización del templo de la Sagrada Família. “A este ritmo, no llegamos”, dice la concejal de Urbanismo, Janet Sanz.