Una operación policial contra el EI en Turquía acaba con nueve muertos
Dos policías turcos y siete presuntos miembros del Estado Islámico resultaron muertos ayer en una operación de las fuerzas de seguridad contra la trama yihadista en Diyarbakir, sudeste de Turquía. Los dos agentes fallecieron por bombas trampa al intentar pasar una puerta. Otros cinco policías resultaron heridos y doce sospechosos yihadistas fueron capturados con vida.
“Una importante célula del EI ha sido neutralizada”, declaró ayer el viceprimer ministro Nurman Kurtulmus. “Se trabaja ahora en la identificación (de los militantes) y para desentrañar las conexiones con otras ciudades”, añadió. Asimismo, ayer se detuvieron a otros 15 supuestos miembros del EI en Gaziantep, también sudeste.
La operación en Diyarbakir comenzó de madrugada con el registro casa por casa de 12 viviendas y se extendió durante siete horas a resultas de la resistencia que opusieron los extremistas. El enfrentamiento llega a seis días de las elecciones generales y se enmarca en el clima de tensión que vive el país desde hace tres meses. Sobre todo el doble atentado suicida en Ankara el 10 de este mes –cometido por miembros de una célula del EI oriunda de Adiyaman, en el sudeste de Turquía– que provocó 102 muertos y cientos de heridos, ha conmocionado al país. Es el peor atentado de la historia de Turquía y ha supuesto duras críticas al Gobierno por haber supuestamente hecho la vista gorda frente al EI durante los últimos años.
Los autores kamikaze eran objeto de escuchas telefónicas y a pesar de ello las fuerzas de seguridad no evitaron la carnicería. Varios altos cargos policiales han tenido que dimitir mientras cobran fuerza las voces que desde la oposición piden la suspensión del ministro de Interior. El presidente, Recep Tayyip Erdogan, ha relacionado el atentado con una cooperación entre los servicios de inteligencia sirios, el EI y las milicias kurdas, a pesar de que especialmente entre los dos últimos grupos es improbable un trabajo conjunto ya que están en guerra.
Así las cosas, las fuerzas de seguridad llevan varios días a la caza y captura de nueve miembros de la célula yihadista de Adiyaman. Según medios locales, cuatro de ellos habrían cruzado la frontera desde Siria para cometer más atentados suicidas. A la matanza de Ankara hay que sumar otros dos atentados por la misma célula: uno en Diyarbakir (junio, cuatro muertos) y otro en Suruc (julio, 34 muertos).