Cinco muertos al naufragar en Canadá un barco para avistar ballenas
El nombre de Leviathan, que hace referencia a un monstruo marino, respondió a su trágica leyenda. Así se denomina la embarcación para avistar ballenas que este domingo (madrugada de ayer en Barcelona) naufragó en el Pacífico canadiense por razones todavía desconocidas.
Cinco ciudadanos británicos resultaron muertos de entre las 27 personas a bordo –24 clientes y tres tripulantes–, mientras que una continuaba desaparecida y otras tres sufrieron heridas.
El siniestro se registró frente a las costas de la localidad de Tofino –en una de las islas de Vancuver, en la provincia de Columbia Británica– cuando Leviathan II, embarcación de recreo dedicada a transportar turistas a zonas donde se observan ballenas, hizo agua y se hundió.
Habría sido todavía peor de no mediar la rápida acción de la comunidad de aborígenes, que de inmediato se pusieron manos a la obra en las tareas de rescate. Gracias a su rápida intervención, varios de los 21 supervivientes figuran como tales y no en la lista de las causas perdidas.
La embarcación, de 24 metros de eslora, estaba operada por la empresa Jamie’s Whaling Station and Adventure Centres. Su propietario, James Brady, ofreció su total cooperación para intentar despejar el misterio que envuelve este accidente. El Consejo de Seguridad en el Transporte de Canadá emitió un comunicado la noche del domingo en el que explicó que ha enviado un equipo de investigadores para indagar y determinar lo que motivó el hundimiento de la nave turística.
Las condiciones meteorológicas en el momento del accidente no hacen suponer que el mal tiempo fuese la causa de la tragedia. Testigos presenciales entrevistados indicaron que, aunque llovía ligeramente y las aguas en la zona son bravas, la situación era buena en general.
“Ni siquiera había un viento fuerte”, declaró a medios locales Joe Martin, aborigen que se encontraba no lejos del lugar. “Este es el barco más grande que hay en Tofino y me sorprende lo ocurrido”, añadió. El casco quedó parcialmente sumergido, en posición invertida, a doce kilómetros de la costa. “El aspecto de los supervivientes explicaba lo terrible del suceso”, señaló a Associated PressTom Campbell, uno de los dirigentes nativos que participaron en el socorro a los náufragos. “Se les veía perdidos”, subrayó.
El recién designado primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, agradeció el esfuerzo de los rescatadores y presentó sus condolencias a las familias de las víctimas. El ministro de Exteriores del Reino Unido, Philip Hammond, confirmó la nacionalidad británica de los cinco fallecidos.