Así se las ponían a Fernando VII
A Rajoy le riegan el césped para que la pelota ruede bien. Es decir, se nota que ha tenido su tiempo para estudiarse las preguntas pregrabadas que le formulan una viuda de Lugo y un obrero de la Seat de Martorell sobre la corrupción y la sanidad, o así me lo parece. En su respuesta, Rajoy se defiende esgrimiendo la reciente aprobación de una ley para que el corrupto devuelva el dinero robado.., y echo en falta que la entrevistadora de TVE, Ana Blanco, le pregunte cuánto devolverá él de lo cobrado en sobres con dinero sin declarar.
Para que no se diga y para cubrir el expediente, eso sí, Ana Blanco cita –de pasada y de corrido– a “Bárcenas, Granados, Gurtel y Rato y otos que puedan surgir”, todos de una tacada (para hacer el trago más digestivo para ambas partes), y Rajoy se lo ventila con un vaporoso “seguiré actuando igual”.
No compararé este programa con el careo Rivera-Iglesias –organizado hace diez días por Jordi Évole en La Sexta– porque son géneros televisivos distintos, pero... ¡qué caduco y previsible, monótono y antiguo se nos va quedando lo que hemos visto, esta cuña propagandística de Rajoy! “Gobernar es muy difícil.., pero hemos bajado el déficit a la mitad”, iba contando el Presidente del Gobierno, recién convocadas las elecciones e inaugurando la campaña electoral. Así, Rajoy aprovechó para que sepamos lo mucho que se mueve: “He estado en Almería, Cuenca, Badajoz, Segovia, Martorell, Lugo, Órdenes... ¿Y Catalunya, por cierto? Asomó en una pregunta, que el presidente del Gobierno del Reino de España remató como suele: “Todos debemos acatar las leyes”. Y a propósito del Reino: Rajoy se apuntó la medalla de la pacífica transición de un rey a otro.., además de haber salvado a España de la quiebra, y además de haber generado “un millón de puestos de trabajo”. ¡Un no parar de éxitos!
No vimos anoche un debate, pues, sino una entrevista –muy complaciente– de plató... con el complemento algunas preguntas formuladas por ciudadanos ele-
gidos por una empresa independiente (...que cobra de TVE, cuyo director general designa el Partido Popular), una entrevista en una televisión pública que en tres años ha dilapidado la credibilidad informativa que había atesorado durante el septenato de Zapatero (y por eso las cadenas privadas han apostado por programas de contenido político.., que funcionan mejor que los de TVE). “Estoy muy orgulloso de la televisión pública y de estar hoy aquí”, sentenció Rajoy al respecto. ¡Hombre, claro, así se las ponían a Fernando VII!
“Elíjame lo peor del mandato”, le pidió Ana Blanco ante un conjunto de fotografías que ni se veían. “¿Para qué ser tan pesimistas?”, respondió Rajoy con su proverbial facundia gallega, rayana en el cinismo: “¡Seamos conscientes de que somos un gran país!”, remachó. Y Blanco dio por bueno que el presidente del gobierno de España eligiera como peor momento de su mandato... el accidente aéreo en los Alpes.
Por allí, lejos de España, por los Alpes.., aunque cerquita de donde las cuentas de Bárcenas.