Vidas paralelas
Sesión constitutiva del Parlament de la que ha salido elegida como presidenta Carme Forcadell, a quien acompañan en la Mesa un vicepresidente primero de la misma coalición, Lluís Corominas, veterano dirigente de Convergència; un vicepresidente segundo, José María Espejo, de Ciudadanos, al que ha votado en bloque la oposición. En el reparto de las cuatro secretarías se ha incluido sólo al socialista David Pérez. En las tinieblas exteriores ha quedado por primera vez el PP. Todo ha concluido con los gritos de rigor y los vivas a la república catalana, coreados en pie por los efectivos propios y soportados en posición sedente por los ajenos.
Al inicio de la sesión, en calidad de presidente de la mesa de edad, ha oficiado Julià de Jòdar, quien ha esgrimido la mayoría y la legitimidad moral y, tras mostrarse descontento con la ración de pienso recibida, se lanzaba a proclamar: “Queremos salir de la jaula y huir”, al tiempo que denunciaba las “desigualdades vergonzosas” que afectan a la sociedad y concluía que con los pobres no se deben hacer experimentos. Una advertencia contraria a la ingeniería social que deberían interiorizar sus compañeros de coalición no vaya a ser que, en línea con El divino impaciente de José María Pemán, mientras se despeña el río del independentismo se esté secando la huerta de los desfavorecidos.
Cuestión distinta es que el estruendo registrado en la Cámara dejara en silencio las vicisitudes del tesorero de Convergència, Andreu Viloca, enviado a prisión provisional por el titular del juzgado número 1 de El Vendrell ante el riesgo de fuga y de destrucción de pruebas. Pesan sobre él los cargos de prevaricación, cohecho, financiación ilegal y blanqueo de capitales.
Desde luego, si Plutarco habitara entre nosotros, ya habría incorporado a Viloca a sus vidas paralelas haciendo pareja con Luis Bárcenas, tantos años en posición homóloga en el PP y sostenido por Rajoy igual que el tesorero de CDC lo está por Mas. Faltan aún los SMS equiparables a los cursados por el presidente del Gobierno –“Luis, sé fuerte, resiste, hacemos lo que podemos”– pero pronto aparecerán. La contabilidad B de Génova es análoga a los apuntes triturados y recompuestos, pero para desgracia de CDC estos últimos son tan meticulosos que se convierten en acusación fulminante. Momento de recordar que la mafia adiestrada no dejaba pruebas escritas.