Europa regulará internet con un polémico reglamento
El inventor de la web, Berners-Lee, rechaza la normativa
La controversia sobre la neutralidad de internet librará hoy una nueva batalla en el Parlamento Europeo, donde se votará un reglamento sobre el mercado único de telecomunicaciones que muchos ven como una fórmula que permitirá discriminar a los usuarios en función de lo que pagan por determinados servicios. Entre quienes se oponen al texto que se vota se encuentra el inventor de la web, el británico Tim Berners-Lee, que ayer advirtió que la normativa “amenazará la innovación, la libertad de expresión y la privacidad y comprometerá la capacidad de Europa para liderar la economía digital”.
La neutralidad de internet, sobre la que el Parlamento Europeo ya se pronunció en abril del 2014 en el sentido de garantizarla, es un principio por el que todos los paquetes de datos que circulan por la red son tratados de la misma forma, al margen de quienes sean sus usuarios y del tipo de comunicación de que se trate. Este precepto, por el que se guió la creación de la web, es el que Berners-Lee considera amenazado.
La regulación del mercado único de telecomunicaciones se inició en septiembre del 2013. Di- versas organizaciones se pronunciaron en contra de la visión de este texto, por considerar que amenazaba la neutralidad de internet en Europa. Las movilizaciones de activistas acabaron con un pronunciamiento del Parlamento Europeo por la neutralidad de la red en abril del 2014.
Entre tanto, en EE.UU., después de polémicas discusiones, el regulador de telecomunicaciones, la Comisión Federal de Comunicaciones (FCC), aprobó una serie de normas que impiden bloquear o ralentizar servicios de internet para priorizar otros. La neutralidad de internet quedaba de esa forma garantizada, como habían hecho antes otros países.
En marzo de este año, el Consejo de la UE aprobó un texto y se inició entonces una compleja discusión en la que participaron este organismo, la Comisión Europea y el Parlamento comunitario.
La principal crítica que ha desatado el texto que se votará hoy es el hecho de que permite salvedades en la neutralidad de la red.
El reglamento, si no sufre enmiendas, autorizará a los proveedores de acceso a internet a crear líneas rápidas destinadas a empresas que paguen para que sus contenidos se carguen más rápido. Estas excepciones aparecen denominadas como “servicios es-
pecializados”. Sus defensores argumentan que determinadas líneas como las de seguridad o sanidad deberían estar al margen de posible saturaciones de la red.
Otros aspectos polémicos de la nueva regulación son la posibilidad de que los proveedores de acceso a internet puedan regular la velocidad de determinados servicios en previsión de una inminente saturación de la red.
Las críticas también se han dirigido a la posibilidad de servicios conocidos como de zero-rating, Se trata de accesos a internet que algunas compañías pueden proporcionar a los usuarios de forma gratuita siempre que actúen dentro de sus plataformas. El servicio se ha llamado también “datos patrocinados”. Es una práctica que en Chile ha sido prohibida porque consolida un internet de dos velocidades en función de los ingresos económicos del usuario y, por tanto, contraviene el principio de neutralidad de la red.
Berners-Lee reclamó ayer a los parlamentarios europeos en su blog personal a que enmienden el texto. “Cuando diseñé la World Wide Web, la construí como una plataforma abierta para fomentar la colaboración y la innovación. La web evolucionó hacia una plataforma poderosa y ubicua porque pude construirla sobre una red abierta que trataba igualmente todos los paquetes de información –explicó–. Este principio de neutralidad de la red ha mantenido internet libre y abierto desde su origen”.
El inventor de la www recordó a los diputados comunitarios que desde entonces la red “se ha convertido en la principal estructura de nuestro tiempo” y que “cada sector de nuestra economía y democracia depende de ello”.
La polémica quedará abierta hoy en la Eurocámara, donde hay consenso en que el acceso a la red debe ser libre y sin interferencias ni bloqueos para nadie. La forma en que se aplique el futuro reglamento puede definir si se cumple o no ese planteamiento. Para el inventor de la web, el texto propuesto es “débil y confuso” en la defensa de un internet libre.
El creador de la red detecta amenazas a “la innovación, la libertad de expresión y la privacidad”