Las enfermeras avisan a Rajoy: con la nueva ley ni vacunarán ni harán curas
El enfado de las enfermeras es mayúsculo. Se sienten traicionadas, ninguneadas y estafadas por un “Gobierno de España cobarde y con muy poca vergüenza”, en palabras de su máximo dirigente Máximo González, tras la aprobación el pasado viernes de la llamada prescripción enfermera. El colectivo llevaba años esperando un texto que supuestamente iba a ampliar sus funciones, tal y como había sido aprobado por el Consejo Interterritorial, y que al final ha sido sorprendentemente modificado”, explica el responsable del Consejo General de la Enfermería.
Acabada la legislatura, poco parece que se pueda hacer. “O no”, señala González. Esta entidad, así como el sindicato Satse, está estudiando los pasos que dar y que serán desvelados mañana. Pero ya advierten que acudirán a los tribunales, al Tribunal Supremo, para denunciar al Gobierno por incumplir la ley del medicamento, “y hasta es posible que haya una querella criminal”.
Eso por la vía judicial. En la vía profesional, las enfermeras están presionando tanto a los representantes de los colegios como a los sindicatos para que convoquen una huelga. Pero esta no sería como las habituales, que perjudican la nómina de los trabajadores, sino “la realización exhaustiva de lo que establece el Gobierno, que es el que así lo ha decidido”, explica Máximo González.
Es decir, si las enfermeras se limitan a hacer lo que marca la norma, el caos se instalará en los centros de salud y los hospitales, porque estas profesionales no podrán hacer ninguna cura, ni aplicar ningún tratamiento ni poner ninguna vacuna sin contar con un diagnóstico individual del médico, con su correspondiente prescripción y con la indicación de qué protocolo seguir. “Eso es lo que establece lo aprobado por el Gobierno. No han considerado que Enfermería es una carrera universitaria y nos han devuelto al pasado, cuando éramos las chachas de los médicos. Pues eso es lo que haremos”, explica el presidente de los enfermeros, al que le faltan palabras para expresar su indignación.
Hay que recordar que en este momento en los centros de salud se está administrando la vacuna de la gripe a los 22 millones de pacientes considerados de riesgo. Si la enfermería lleva a cabo su protesta (“hacer el trabajo que nos corresponde”, insisten), supondría en realidad el fin de la campaña de vacunación. “¿Pero qué solución tenemos? Eso es lo que quieren que hagamos”, insiste Máximo González.