Rossi, sin tarjeta roja
Mascherano fue expulsado por mentar “la concha de tu hermana” al árbitro asistente y no podrá jugar, al menos, el próximo partido con el Barça. Valentino Rossi le soltó una patada a Marc Márquez y lo tiró al suelo, y saldrá en el próximo y último Gran Premio del Mundial de motociclismo, eso sí, en la última posición. El italiano se quedó sin tarjeta roja. Le quitaron tres puntos de su carnet general, pero mantuvo los que logró en el GP, sin Márquez, y podrá competir en el próximo. Los organizadores del Mundial (Dorna) han sido demasiado tolerantes con los actos antideportivos. En la recta final, han preferido mantener las audiencias de un último Gran Premio que apostar de verdad por la limpieza en el deporte. Llegan tarde.
En el Mundial de fórmula 1 ahora se castiga casi todo. Un celo tal vez excesivo. Pero en las motos se dejan pasar demasiadas cosas. La excesiva tolerancia ha llevado a una situación polémica. Rossi puso en peligro la integridad de Márquez y eso debe ser castigado con contundencia. No puede ser que las audiencias y el espectáculo estén por encima de la defensa de la seguridad de los pilotos. Si uno echa a otro, queriendo, debe ser expulsado de la misma carrera y no debe poder disputar la otra.
¿Qué pasa? Que sólo queda un gran premio, que es Rossi, que si lo sancionan como reza el sentido común, se acaba el Mundial porque el vencedor es Lorenzo. Dorna quiere que siga el espectáculo. El Gran Premio de la Comunitat Valenciana, en Cheste, será uno de los más seguidos de la historia. Pero el precedente es
La tolerancia de Dorna con las acciones antideportivas sienta un mal precedente en las motos
muy peligroso: echar a conciencia a otro piloto al suelo lleva a la última línea del próximo GP.
No es una cuestión de quien tiene o no razón, es simplemente juzgar los hechos que se producen. Soltar la pierna para tirar a un piloto al suelo es muy grave, aunque se hayan intentado pasar 14 veces o Rossi crea que Márquez favorece a Lorenzo para perjudicarlo a él. Normalmente los pilotos corren por ellos y por sus patrocinadores. Rossi cree que Márquez va en contra de él. Después de las declaraciones del propio piloto italiano la semana pasada tampoco sería extraño. Pero Rossi, un deportista con una brillantísima y exitosa carrera, debería haber pedido perdón después de ducharse con agua caliente o fría. Se juega el último Mundial de su vida, aunque si lo acaba ganando (muy difícil) será un título manchado. Rossi no merece este final, pero se lo ha ganado a pulso cometiendo una acción antideportiva, tapada por la tolerancia de los que priorizan el espectáculo y la audiencia al valor de la deportividad.