El futuro ya está aquí
El gran reto es la sostenibilidad de las grandes urbes
El 60% de la población mundial vivirá en áreas urbanas en 2030, según el Banco
Mundial, y el informe de la División de Población del Departamento de Asuntos Económicos y Sociales de la ONU (DESA) señala, además, que se ha pasado de diez megaciudades en 1990 a veintiocho en 2014, con más de diez millones de habitantes, y Tokio es la mayor de ellas, con treinta y ocho millones. Estos datos demuestran que es urgente un replanteamiento de estas grandes urbes para mejorar su eficiencia. Pese a que, en el futuro, los mayores crecimientos se darán en
ciudades de Asia y África, en la actualidad, Europa es uno de los continentes más urbanizados del mundo, con más de dos tercios de la población viviendo en zonas urbanas. Y el desarrollo de nuestras ciudades determinará el futuro desarrollo económico, social y territorial de la Unión Europea. En el documento Ciudades del
mañana, que la UE publicó en 2011, ya se avanzaban algunas de las líneas a seguir para lograr urbes sostenibles en el futuro, y daba el ejemplo del municipio de Växjö, en el sur de Suecia, donde se ha desarrollado una política energética sostenible con una estrategia medioambiental a largo plazo y un programa exhaustivo, gracias al cual, las emisiones
de dióxido de carbono por habitante disminuyeron en un 35% en diez años, y se registró un crecimiento económico del 69%. Otras medidas que se tomaron incluían la creación de un sistema urbano de refrigeración y calefacción sin
combustibles fósiles, la construcción de edificios de madera, la mejora de la eficiencia energética de los edificios y una planificación del tráfico respetuosa
Växjö ha desarrollado un programa medioambiental, gracias al cual, las emisiones de dióxido de carbono por habitante se redujeron un 35% en diez años, y se consiguió un crecimiento económico del 69%
con el medio ambiente.
Otro ejemplo más cercano es el Plan de Ahorro y Eficiencia Energética
2015-2016 de Mataró, que pretende reducir un 20% el consumo energético municipal, ahorrando y siendo más eficientes en los equipamientos públicos, la iluminación de las calles y los semáforos y la flota de vehículos, así como haciendo una campaña de concienciación entre los vecinos para fomentar la cultura del ahorro en sus hogares. Mataró forma parte del Pacto de los Alcaldes, el principal movimiento europeo en el que participan las autoridades locales y regionales, que han asumido el compromiso de mejorar la eficiencia energética y utilizar fuentes de energía renovable en sus territorios, con el objetivo de la Unión Europea de reducir en un 20% las emisiones de CO2 antes de 2020. También Rivas Vaciamadrid
(Madrid) es un ejemplo a seguir. Está considerada una de las ciudades más sostenible en el ámbito de la gestión energética gracias al proyecto Rivas
Ecópolis, una estrategia de transformación de la ciudad. Una de las patas de este cambio es el programa Rivas Solar, que tenía como objetivo extender a todo el municipio la generación y consumo de energía solar fotovoltaica y térmica.