Mirna Lacambra
AMICS DE L’ÒPERA DE SABADELL
La presidenta d’Amics de l’Òpera de Sabadell, que desde su escuela de ópera contribuye a la profesionalización de la cantera catalana de cantantes, hace balance de sus 34 temporadas en el teatro La Faràndula y los 28 ciclos Òpera Catalunya.
Sucedió hace más de treinta años, mientras cantaba en una de esas ciudades europeas que aun siendo más pequeñas que, pongamos, Sabadell, tenían siempre su teatro de ópera. Mirna Lacambra, soprano, formada en el Conservatori del Liceu –compartió profesora con Montserrat Caballé–, y con una carrera internacional que incluía grandes papeles (Tosca, Madama Butterfly, La Forza del destino...), tuvo entonces la genial idea de crear una asociación en su ciudad natal. Con Amics de l’Òpera de Sabadell, la infatigable artista ha logrado por una lado llevar el género a los teatros de Catalunya y, por otra, ofrecer a cantantes noveles la posibilidad de iniciarse profesionalmente en su escuela de ópera. Hoy inicia con la mozartiana Nozze di Figaro la 34.ª temporada en Sabadell, que es a su vez el ciclo 28 de Òpera Catalunya. Después de cuatro funciones en La Faràndula, viajarán a Reus, Lleida, Manresa, Sant Cugat, Granollers y Tarragona.
Debe sentirse satisfecha del trabajo realizado en esas décadas, aunque la crisis persiste y los teatros de Catalunya no le contratan tantos títulos. Está todo un poco parado, pero seguimos renovando energías cada temporada, porque amamos la ópera y porque si desaparece la cultura ya podemos empezar a subirnos a los árboles como los monos. He conseguido cosas, sí, pero no todo lo que desearía. Tenemos un coro, una Simfònica del Vallès consolidada, que es la orquesta que decidí con mi tozudez crear en su día y a la que al poco tuve que decir: “Chicos, por qué no hacéis una cooperativa, que eso en el extranjero se hace mucho”. El entonces alcalde de Sabadell no creía en el proyecto y se hizo insostenible. Con ella hemos expandido la ópera por Catalunya. Y bueno, hemos creado la Escola d’Òpera de Sabadell para dar a quien empieza la posibilidad de ver que es ser profesional. Lástima que la hemos tenido que acortar: los tres meses han quedado en dos con la crisis. En este periodo se entrenan con personajes importantes y también otros pequeños, que los hacen chavales que aún no han acabado la carrera.
En este Mozart recupera a Carles Daza, de las primeras promociones de su escuela. Sí, y hoy en día está cantando con profesionalidad impecable. Luego está Marta Mathéu, que no ha pasado por nuestra escuela pero debuta en el papel de Condesa de Almaviva, al igual que Núria Vilà en el de Susanna. También repite Toni Marsol, que ya fue Figaro en otra producción. Son diez las funciones que tienen por delante: ese es el objetivo, que adquieran esta importante experiencia.
¿Qué camino tendrían si no? Intentar que les contraten en teatros de España, aunque ahí se interesan en divos. Nosotros al contrario: vendemos los títulos, la gente viene a ver las óperas, no publicitamos quien cantará. Saben que lo haremos bien y ya está.
¿Les quieren en Catalunya? El público y las ciudades están encantados de que les llevemos la ópera a casa. Nos desplazamos al menos 150 personas entre coro, orquesta, artistas y técnicos.
A usted le toca programar en función del público, pero también del ejercicio que el título supone para sus voces noveles. Sí. Le nozze responde a este doble interés, por eso la hemos vuelto a programar, con un montaje clásico de Pau Monteverde. Y haremos también Otello (ya sé, lo ha hecho Peralada y ahora el Liceu, pero es casualidad, nosotros lo acordamos previamente). Y Madama Butterfly, una ópera preciosa. Puccini es maravilloso, tiene un colorido orquestal impresionante, sabe encontrar los colores adecuados a cada personaje y a cada momento... y atrae a mucho público. Si finalmente lográramos en Sabadell el teatro de ópera que llevamos tanto tiempo esperando, podríamos hacer escuela todo el año y llevar a escena óperas para iniciarse. Porque a veces hacemos títulos poco adecuados, pero que son los que nos permiten girar y explotar las producciones.
Usted estudió con Montserrat Caballé en el Conservatori del Liceu. Sí, teníamos la misma técnica, la de la profesora Kemeny, por eso la gente pensaba que yo imitaba a la Caballé. El otro día vino a dar una master class y lo explicaba.
¿Y en qué consiste esa técnica prodigiosa que comparten? ¿Acaso quiere abrir una escuela? Ja ja. Se basa en cómo se trata el fiato. Es una técnica que no conoce todo el mundo y se enseñan otras que a lo mejor no funcionan tan bien, como es obvio.
ARRANQUE DE TEMPORADA “Le Nozze di Figaro’ con que abrimos hoy interesa a la gente y a la escuela de ópera”
EL CICLO ÒPERA CATALUNYA “Las voces adquieren así experiencia: serán diez funciones de este Mozart en 7 ciudades”