Del trabajo al fútbol
Cinco jugadores del Villanovense compaginan el deporte con otro trabajo
Las primeras rondas de la Copa del Rey ofrecen escenas curiosas cuando se producen enfrentamientos entre los grandes equipos de la primera división y los modestos de categorías inferiores, como el caso del Villanovense, que se enfrentará hoy al FC Barcelona con cinco futbolistas semiprofesionales en su plantilla.
Pablo Abel Moraga es el futbolista que más partidos ha jugado en la historia del Villanovense en Segunda división B, categoría en la que el club sólo vive su séptima campaña. El hombre récord es un centrocampista ofensivo de 32 años. En las imágenes del día que el sorteo emparejó al equipo extremeño con el Barcelona es fácilmente reconocible entre sus compañeros. Va vestido con un uniforme verde fluorescente que le hace inconfundible. Moraga trabaja desde las seis de las mañana hasta las doce limpiando las calles de Villanueva de la Serena. Desde hace seis años conduce un camión y riega las calles con una manguera a presión. Es uno de los cinco jugadores del rival del Barcelona que no es únicamente profesional del fútbol. Son futbolistas a tiempo parcial. “Entrenamos cinco días a la semana, pero lo hacemos por la tarde para que los jugadores que son amateurs puedan compaginar las sesiones con su otro trabajo. Normalmente empezamos a las cinco y media”, relata el entrenador, Julio Cobos, a La Vanguardia.
Defensa a turnos, Manuel Verdejo, Cubi, ayuda en las tareas de limpieza a Moraga. Mientras que otro de los centrales, Javi Sánchez, es enfermero. Tiene que cambiar turnos para no fallar a los entrenos. Más fácil lo tienen Pajuelo, el capitán, y Miguel Ángel Trinidad. El primero es agente de seguros y es autónomo. El segundo se dedica a la construcción, pero su jefe es su padre, que le facilita los horarios.
“Eso sí, para este partido nadie me ha dicho que tenga molestias”, se ríe Cobos. “Todos quieren jugar”. Porque ningún miembro de la plantilla se ha enfrentado antes al Barcelona, que hace 16 años que no pisa Extremadura. El que ha estado más cerca ha sido el delantero Juanjo, la estrella del equipo verde, un auténtico trotamundos que se ha enfrentado tres veces al Barça... pero al B, al filial. El punta ha militado en las tres últimas temporadas en Segunda. Con el Lugo perdió 0-1 y con el Mirandés cayó 2-3. En cambio, ganó en el Miniestadi 1-3 hace menos de un año. Hoy se reencontrará con Sandro, Samper, Gumbau y Jordi Masip. Así que nadie en Villanueva de la Serena quiere perderse un duelo histórico con el actual campeón de Europa.
Siendo generosos cuando juega el Villanovense en el Romero Cuerda acuden un millar de personas. Así es en los partidos de liga. Esta noche habrá unos 10.000 espectadores. “Para el partido del Barça, si hubiera 20.000 localidades aún habría mucha gente que se quedaría fuera”, vaticina el técnico villanovense.
Cobos, de 44 años, uno menos que Luis Enrique, se formó como futbolista en la cantera del Sevilla, donde coincidió con Salva Ballesta, y alcanzó la Segunda división con el Xerez, donde despuntaba un joven Dani Güiza. Allí también compartió vestuario con José Luis González, el portero del Valencia que en mayo de 1994 dio el título de Liga al Barcelona –la cuarta del dream team– al atajar un penalti que hubiera hecho campeón al Deportivo. “Nos hicimos muy amigos. Siempre nos sentábamos juntos en el autobús pero no le gustaba repasar aquella anécdota. Siempre decía que aquel penalti le correspondía tirarlo a otro pero que al final lo chutó Djukic”, recuerda. El resto es historia.
Hasta ahora Cobos y el Villanovense sólo conocían al Barça por esos chascarrillos. De hecho, la temporada pasada ya estuvieron cerca de que sus caminos se cruzasen. “Nos eliminó el Huesca”, que después fue el rival del Barcelona en esta ronda de dieciseisavos de final, lamenta. “Cuando se hizo el sorteo me envió un mensaje Tevenet, que era el entrenador del Huesca y antes del Cartagena, y me dijo: ‘Ya puedes empezar a entrenar sin pelota’”, revela Cobos. “Y eso es lo que estamos haciendo: trabajar mucho sin balón para ponérselo difícil. Aunque si tengo que elegir, prefiero subir a Segunda más que ganarle al Barça. El año pasado jugamos la promoción y el ascenso sí que sería histórico para nosotros”, analiza con un baño de realidad. Como el despertador de Moraga, que suena cada día antes de las seis de la mañana para jugar su otra liga.
LAS MEDIDAS DEL ENTRENADOR Los entrenos son por la tarde; “trabajamos sin balón para jugar contra el Barça”, dice Julio Cobos