Huelga en el Liceu
Los trabajadores amenazan con parar ‘Benvenuto Cellini’
La dirección del teatro de la Rambla ha presentado una denuncia por huelga ilegal contra los trabajadores, que reclaman el pago de varias pagas extra atrasadas.
La semántica se interpone entre el público liceísta y este Benvenuto Cellini que dirige el montypaythiano Terry Gilliam y que debería estrenarse el día 8 de noviembre. El comité de empresa y la dirección del Liceu hacen lecturas distintas de un término que suscribieron en el acuerdo de contención salarial del 2014, por el que la plantilla aceptaba congelar sus pagas extras de verano recuperándolas a partir del 2018. La medida contribuía a la difícil recuperación económica del teatro.
El mencionado texto recoge cómo se llevaría a cabo su devolución, que estaría sujeta a cambios en función del “incremento de ingresos previstos en el Plan Estratégico y la evolución de los mismos procurando no adeudar al colectivo de trabajadores más de dos pagas extra de acuerdo con” unas determinadas condiciones económicas. Pues bien, el comité no se acoge a la primera acepción que el diccionario ofrece del término “procurar”, esto es “esforzarse en conseguir”, sino a la segunda, “proporcionar”, por lo que esas dos pagas retenidas serían para los representantes de los trabajadores las de junio de 2013 y de 2014. Con lo que a estas alturas deberían haber cobrado ya la de 2015..
Tras varios intentos de negociación por parte de la empresa –“negociar es algo que llevo en mi adn”, dice el director general, Roger Guasch–, el comité sigue adelante con su convocatoria de huelga de dos horas, que amenaza las seis funciones de la ópera de Berlioz y los dos conciertos de Riccardo Muti los días 13 y 15. Algo que según la dirección se traduciría en una pérdida de dos millones de euros (1,2 en devolución de entradas y el resto en indemnizaciones). La dirección tampoco ha convencido al comité con su última oferta: abonar las cinco pagas extra (de 2013 a 2017) como una deuda total y en concepto de “plus compensación”.
“Lo que queremos es cobrar la paga del 2015 y el 2016 a su tiempo, regularizar nuestros sueldos y calendarizar el retorno de la deuda del 2013 y 2104. Porque capital lo hay, las administraciones han avanzado dinero”, sostiene Manuel Martínez, presidente del comité de empresa.
Por su parte, Roger Guasch, recuerda que el teatro no cuenta con las subvenciones que esperaban para el 2016 y señala la conveniencia, llegados a este punto, de pedir un arbitrio al Tribunal Laboral de Catalunya. Esta medida, no obstante, debe ser solicitada por ambas partes, que no es el caso, con lo cual, la empresa ha procedido a solicitar una mediación de la Generalitat al tiempo que han presentado una demanda por huelga ilegal
La empresa, dispuesta a dialogar, si bien el comité sólo aceptaría que se retribuya la paga extra de este verano
y abusiva, con medida cautelar.
“Esta huelga llega en el peor momento, cuando el teatro empezaba a levantar cabeza y algunas empresas del Ibex volvían a ver la marca Liceu en positivo. Además, sus consecuencias son desastrosas”, asegura Guasch.