“Patata caliente” para los reguladores de cada país
La aprobación definitiva del reglamento único de telecomunicaciones es lo suficientemente ambiguo en algunos aspectos para dar que hablar en los próximos meses en cada país. En la jornada previa a la votación de ayer, el ingeniero británico Tim Berners-Lee, inventor de la web, cargó contra el texto que ayer votó el Parlamento Europeo por considerar que “amenazará la innovación, la libertad de expresión y la privacidad, y comprometerá la capacidad de Europa para liderar la economía digital”.
Lo que preocupa a BernersLee son las excepciones sobre las velocidades de internet. Con el texto aprobado, que permite “servicios especializados”, la responsabilidad definitiva queda en manos de los reguladores de telecomunicaciones de cada país, que serán los encargados de concretar la aplicación del reglamento.
La consejera delegada de la fundación World Wide Web, Anne Jellema, reforzó ayer las impresiones de Berners-Lee después de la votación del texto, que consideró una regulación “confusa e incierta”.
La esperanza de Jellema son los reguladores de cada país, que ahora tendrán que “atender la llamada de cientos de miles de ciudadanos preocupados y evitar un internet de dos velocidades”. Por ello, considera que el Parlamento Europeo les ha pasado con su votación “una patata caliente”.