El exjefe de Canal 9 que abusó de tres periodistas reconoce los cargos
El ex secretario general de la Radio Televisión Valenciana (RTVV) y ex hombre fuerte del PP valenciano, Vicente Sanz, reconoció ayer ante el juez haber cometido abuso sexual y acoso sexual sobre tres periodistas del ente público. Pero eludió los 20 años de prisión que pedía el fiscal y las acusaciones particulares al pactar una sentencia de conformidad con las víctimas que le permite esquivar la cárcel. En esta sentencia, se condena a Sanz al pago de una indemnización a las tres periodistas de 210.000 euros y una multa de unos 16.000 euros en total, por tres delitos de abusos sexuales y tres de acoso sexual. La condena, que evitó la continuidad del juicio, incluye la obligación de que Sanz se mantenga alejado de las víctimas durante cinco años. RTVV es responsable civil subsidiaria, es decir, que si Sanz no afronta la multa, será la Administración la que asuma el coste.
No era esta la sentencia esperada, especialmente por los sindicatos que se habían personado en una instrucción que se inició hace cinco años. Pero los letrados de las víctimas señalaron ayer que sus representadas estaban “satisfechas” con la sentencia de conformidad. “Ha reconocido los hechos”, ha señalado una de las abogadas. Además, los abogados de las agredidas subrayaron que estas no deseaban que se celebrara una vista oral en la que se iban a exponer documentos y pruebas de contenido sexual explícito.
El caso de Vicente Sanz es posiblemente el episodio más escabroso de la triste historia de RTVV. Sanz fue la mano derecha del expresident Eduardo Zaplana, y fue apartado del partido cuando se divulgó, en el año 1997, una cinta en la que Sanz decía que estaba en política “para forrarse”. Zaplana lo nombró entonces jefe de recursos humanos de Canal 9 y posteriormente secretario general de RTVV, el cargo más importante de gestión después del de director general del ente público. Las víctimas denunciaron a Sanz ante la justicia aportando un vídeo que grabaron con cámara oculta en que este forzaba a las periodistas a prácticas sexuales en su despacho.