“El narcotraficante el Chapo es un mal menor en México”
Tengo 61 años. Nací en Nueva York y vivo en San Diego (California). Escribo novela negra. Estoy casado y tengo un hijo, Thomas (26). Soy de izquierdas, fui católico y soy budista. La guerra del narcotráfico en Norteamérica entraña una violencia inaudita.
Qué le llevó a escribir sobre narcotráfico? Una noche, 19 personas de un clan familiar fueron salvajemente asesinadas en una aldea mexicana fronteriza con Estados Unidos, cerca de donde vivo.
¿Algo que ver con usted? No, pero... pasé varias noches sin dormir.
¿Por qué? Me obsesioné por entender qué lleva a alguien a cometer tamaña atrocidad, quise entender la naturaleza del mal... Y me fui a la aldea a indagar.
¿Y qué entendió? Que se libra en Norteamérica (México y Estados Unidos) la guerra más cruenta desde la de Secesión, de una violencia inaudita: la guerra del narcotráfico. Hablé con sicarios, víctimas, policías, científicos...
¿Científicos? Me enseñaron que la bioquímica del cerebro cambia si te obligan a hacer algo impensado y horrible: te insensibilizas, y así el cártel convierte a niños en implacables asesinos...
¿Qué es el cártel? El territorio dominado por un señor del narcotráfico. El cártel de Sinaloa impera ahora.
¿Quién lo dirige? Le llaman el Chapo.
¿Uno que se fugó hace poco de la cárcel?
No se fugó: le dejaron salir.
¿Quién? El Gobierno mexicano.
Es un acusación grave. Pero comprensible: liberar al Chapo es un mal menor para México.
¿Por qué? Durante el año del Chapo en prisión, el cártel empezó a descomponerse por su base, crecían las matanzas entre facciones aspirantes a mayor poder... ¿Solución? ¡Que el Chapo ponga orden en su casa!
¿Y no podían hacerlo las autoridades? El Chapo tiene comprados a policías, soldados... Sólo con el Chapo libre se ha sosegado y se ha estabilizado la violencia en México.
El cártel manda en México, en tal caso... Estados Unidos pide a México la extradición del Chapo, y México dice buscarlo. ¡Qué risa! Le ayudan a ocultarse para ahorrarse ríos de sangre. Y no puedo culparle.
¿Cómo alcanzó el Chapo tanto poder? Los narcos sobornaban a policías locales y estatales: él, astuto, compró a policías federales. Y policías mataban a policías.
¿Hasta qué grado llega la violencia?
A un niño de doce años le meten en una habitación, ante un hombre atado a una silla, y le amenazan: “Mátale o te matamos”. El niño mata, su cerebro se altera: ya es un sicario.
¿Y nadie se rebela?
Mujeres valientes, y conozco casos de un heroísmo trágico. Una panadera de 19 años fue elegida alcaldesa de su pueblo y plantó cara. La ametrallaron cuatro veces. Sobrevivió, mostró sus cicatrices en televisión. ¡Qué valiente y bellísima mujer! Volvió a la alcaldía... y un año después la mataban.
¿Nadie hace algo más?
Ya han caído asesinados 131 periodistas en México... ¿Qué harías tú?
Quizá una novela.
Eso hago: el periodismo nos proporciona los datos, pero la ficción nos cuenta la verdad.
Y no necesitará inventar mucho, supongo.
Cuento que un sicario de 17 años –iniciado a los diez– despelleja la cabeza de su víctima y enfunda un balón con su cara. ¡Y pelotea esa cara contra un muro! Yo no hubiese sabido inventar esto...
¿La droga es el origen de tanto mal?
Lo es la ingente cantidad de dinero derivada de mover la droga a través de México y meterla en Estados Unidos.
¿Puede cuantificarlo?
Droga que vale 300 dólares en México ¡alcanza los 18.000 dólares en Estados Unidos! Es un dineral que lo corrompe todo –policías, soldados, abogados, funcionarios, políticos, jóvenes...– y destruye miles de vidas.
¿Tiene solución este espanto?
Despenalizar la droga: 45 años de persecución han creado violencia, muerte, corrupción, cárceles más llenas que nunca, gasto sanitario... ¡No sigamos por ahí!
Convénzame de que no sería peor la droga legal.
Norteamérica gasta 46.000 millones de dólares anuales en seguridad (perseguir y encarcelar) y sanidad a causa de la droga. Y deja de ganar 47.000 millones en impuestos sobre drogas legalizadas. ¡Sume!
Entre lo que dejaría de gastar y lo que ganaría... 93.000 millones de dólares.
Dedíquelos a buena formación de los jóvenes, a empresas de trabajo digno, a tratar bien las adicciones... ¡Salvaríamos a una sociedad que ahora se descompone!
Lo dice con enfado.
Es que ahora llega el Chapo a una aldea, regala lavadoras ¡y se gana a la gente! Y domina el 12% de la economía mexicana. ¿Y ante esto qué hacen los biempensantes del mundo? Un poco de postureo... y nada más.
Ya.
Ah, y preguntaos en España por qué tenéis la más alta tasa de drogadicción de la Unión Europea, droga ilegal que enriquece a cuatro y que entra por el puerto de Barcelona.