El hijo mayor de Pujol repartía los fondos de toda la familia en Andorra
La comisión rogatoria del principado desgrana los movimientos bancarios de Jordi Pujol Ferrusola
Jordi Pujol Ferrusola, el hijo mayor del expresident Pujol, repartía al resto de la familia el dinero que tenía en sus cuentas bancarias en Andorra, según se desprende de la comisión rogatoria enviada por las autoridades del principado al juez de la Audiencia Nacional que instruye el caso y a la que ha tenido acceso La Vanguardia. Las cuentas registran operaciones en diversas monedas.
Jordi Pujol Ferrusola figuró en diez cuentas corrientes en Andorra, en dos como fiduciario. En esas cuentas gestionó el dinero propio y el de sus hermanos y su madre. Esas cuentas estaban en los bancos Andbank, primero, y BPA, después. En total, se realizaron movimientos por unos 48 millones de euros, aunque los ingresos, una vez descontadas las duplicidades de entradas y salidas, fueron de entre 10 y 11 millones de euros, según fuentes cercanas a la defensa de los Pujol.
En esas cuentas se registraron ingresos en efectivo de 2.764 millones de pesetas, diez millones de euros, tres millones de dólares y dos millones de marcos. Además, también hubo trasferencias que suman casi otros 2.000 millones de pesetas y seis millones de dólares. Así consta en la comisión rogatoria que las autoridades del Principado han remitido al juzgado central 5 de la Audiencia Nacional. La policía y la Fiscalía Anticorrupción creen que proceden de comisiones, aunque también puede haber otras actividades sin determinar. Desde estas cuentas, el primogénito hizo ingresos al resto de su familia, lo que lleva a los investigadores a asegurar que el matrimonio Pujol Ferrusola y sus siete hijos actuaron como una organización delictiva.
Los datos remitidos por Andorra a la Audiencia, y que han dado lugar a los quince registros que se desarrollaron el pasado martes, señalan que las cuentas se abrieron entre el año 1990 y el 2001 en Andbanck. A partir de una ingente cantidad de documentación, la policía española ha desgranado la forma en que se operaba por medio de estas cuentas. Así, el dine10.331.208; ro llegaba por dos vías: mediante ingresos en efectivo y por transferencias bancarias desde otras entidades o de otras cuentas de la misma entidad, pero de titulares distintos. Y las cifras son elevadísimas.
Ferrusola operó tanto en moneda española, hasta que esta desapareció como tal, como en divisas, hasta que se instauró el euro. El desglose es el siguiente: en pesetas, se le ingresaron 2.764.399.390; en euros, en dólares, 3.261.265; y en marcos alemanes, 2.147.466.
En cuanto a las transferencias, pasaron por las cuentas un total de 1.940.591.259 pesetas; en dólares, 6.254.733; y en libras esterlinas, 95.344. La suma de ambos conceptos arroja los siguientes guarismos: 4.704.990.649 pesetas; 10.331.208 euros; 9.516.998 dólares estadounidenses; 2.147.466 marcos alemanes; y 95.344 libras esterlinas.
Unas “cifras escandalosas”, según consta textualmente en uno de los informes policiales sobre esta comisión rogatoria remitida al juez José de la Mata. Y, desde ahí, se repartía dinero al resto de la familia, con una excepción: Jordi Pujol i Soley no consta como beneficiario de ninguna transferencia.
El mecanismo familiar se describe
LOS FONDOS La policía reproduce los movimientos bancarios de “cifras escandalosas”
EL MODUS OPERANDI
La investigación equipara la estrategia de los Pujol con una organización criminal
a partir del análisis de cada una de las cuentas, y ocurre en casi todas. Por ejemplo, en el año 1992, el primogénito recibió 95 millones de pesetas de origen desconocido. Inmediatamente, de la misma cuenta se reenvían seis millones de pesetas a una cuenta de su madre, Marta Ferrusola. En 1994, hay una imposición de cien millones de pesetas, también de origen desconocido. El mismo día le transfiere a su madre cuatro millones.
Operaciones similares se producen desde diversas cuentas a todos sus hermanos, que también disponen de cuentas en Andorra. Así, Pere, Oriol, Oleguer, Mireia, Josep y Marta figuran como beneficiarios de transferencias de su hermano mayor, Jordi. En ocasiones, el mandante daba instrucciones en este sentido por escrito a los gestores de sus cuentas. En la comisión rogatoria hay un manuscrito que así lo constata.
Harina de otro costal es de dónde proceden las transferencias de las que es beneficiario. En la documentación llegada de AnPujol
dorra se explica que hay muchas de origen desconocido, sin que se pueda establecer quién remite el dinero. Pero también hay una amplia lista de nombres de personas que envían fondos a las cuentas de Jordi Pujol Ferrusola. La policía española ha investigado quiénes son, y escribe en informes remitidos al juez que se trata de personas que están al frente de empresas en España. Ello les lleva a la hipótesis que sus ingresos no son otra cosa que comisiones ilegales pagadas para acceder a contratos públicos.
El dinero no se quedaba quieto en las cuentas de Jordi Pujol Ferrusola. Y si en algunos momentos la policía describe un “ritmo frenético de los ingresos”, también hay muchas salidas, al margen del reparto entre los miembros de su familia. Las hay a empresas, a cuentas, a sociedades de paraísos fiscales...Se detallan inversiones financieras en México, en Argentina, en Liechtenstein. Para Anticorrupción y la policía son operaciones de blanqueo de capitales, que provocarían que el posible delito no prescribiera. Y hay una frase inquietante: los investigadores no creen que cantidades que circulan por estos circuitos financieros sean “comisiones tan voluminosas”.
¿Y quién sería responsable de los presuntos delitos? Pues la policía escribe en un informe remitido al juez que Jordi Pujol Ferrusola “forma parte de un engranaje más complejo del que forman parte todos los miembros de la unidad familiar comandada por su padre, Jordi Pujol i Soley”.