El PP paraliza el trámite de la propuesta de ruptura con España
Una argucia reglamentaria deja en el aire la aprobación antes de la investidura
Los reglamentos de las cámaras legislativas acostumbran a ser un compendio de normas farragosas. Pero a veces, llevados hasta sus últimas consecuencias, pueden tener una carga política de primera magnitud. Es lo que ocurre en el caso de la propuesta de resolución presentada por Junts pel Sí y la CUP en el Parlament para iniciar el proceso
JOSEP GISBERT ÀLEX TORT MAYORÍA Junts pel Sí y Catalunya Sí que es Pot se oponen a la petición de informes jurídicos
BLOQUE UNIONISTA
El PSC rechaza un frente común con PP y C’s porque “alimentan la confrontación”
de ruptura con España, cuya tramitación el PP ha conseguido paralizar temporalmente gracias a la aplicación a rajatabla de la letra del reglamento de la Cámara.
Una vez admitida la iniciativa a trámite el martes por la Mesa, C’s y PSC le presentaron ayer, por separado, dos peticiones, que tenían el respaldo del PP, para que reconsiderara el acuerdo, lo que implica la paralización automática de la tramitación en espera de una decisión definitiva que el máximo órgano de gobierno del Parlament ha de adoptar una vez consultada la junta de portavoces. El problema es que la Mesa no puede consultar a la junta de portavoces porque todavía no está constituida, porque el grupo del PP aún no se ha formado, lo que en la práctica demora la aprobación de la propuesta de la resolución 1/ XI –ese es su nombre formal– y pone en cuestión que pueda realizarse, como pretendían Junts pel Sí y la CUP, antes del inicio del debate de investidura previsto para el día 9 de noviembre, el último posible.
Una argucia reglamentaria, buscada o sobrevenida, que el PP, en cualquier caso, ha aprovechado para apuntarse el tanto del “bloqueo temporal” de la iniciativa. El propio Xavier García Albiol procuró sacarle todo el rendimiento político al hecho al resaltar que gracias a su formación se ha podido paralizar de momento “el golpe de Estado sin armas” que pretende el bloque independentista. Y, de paso, aprovechó para contraponer esta actitud a la del PSC: le acusó de negarse a formar un “frente constitucionalista” para “plantar cara al desafío secesionista” y emplazó al secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, a llamar al orden al PSC para que “haga reflexionar a su partido en Catalunya, se deje de ambigüedades y sepa leer la grandeza del momento”. Un frente común que el PSC, por su parte, rechazó, al entender que PP y C’s “alimentan la confrontación”, y con el argumento, según su portavoz, Eva Granados, de que su voluntad es mantenerse al margen de cualquier bloque.
El nuevo hombre fuerte del PP en Catalunya se congratuló, en fin, de dar al traste con los planes de Junts pel Sí y la CUP de aprobar la resolución antes del debate de investidura, algo a lo que, sin embargo, las dos formaciones independentistas todavía no renuncian, aunque reconocen que para conseguirlo se tendría que forzar al máximo el reglamento, “que a fin de cuentas es lo que está haciendo ahora el PP”, precisan. La Mesa, por si acaso, aceptó en su reunión de ayer que la iniciati- va se tramite por el procedimiento de urgencia, lo que significa que cuando se levante la paralización los grupos tendrán sólo dos días para presentar enmiendas. Pero si aún así llegarán a tiempo para el día 9 es lo que por ahora está en el aire.
En la misma reunión de la Mesa –la segunda de la legislatura y la primera en la que a pesar de no tener representación participaron como oyentes un miembro del PP (Enric Millo) y otro de la CUP (Anna Gabriel)–, Junts pel Sí y Catalunya Sí que es Pot rechazaron la petición de C’s y PSC de solicitar un informe a los servicios jurídicos sobre la propuesta de resolución de inicio de la ruptura con España. El argumento básico fue que todos los acuerdos
del máximo órgano de gobierno de la Cámara están avalados por el secretario general y el letrado mayor, que forman parte de él y que deben hacer constar, por tanto, cualquier posible ilegalidad.
Y más allá de los intentos por frenar la iniciativa de Junts pel Sí y la CUP, C’s y Catalunya Sí que es Pot también presentaron sus propuestas de resolución alternativas.