“Este verano se abrieron quirófanos a demanda”, alega el hospital
La lista de espera en junio pasado para cirugía cardiaca en Vall d’Hebron tenía 38 pacientes, apuntados con una expectativa de espera media de 35 días, aunque los operados habían esperado 42. La media de toda Catalunya, con 330 enfermos inscritos, era de 37 días de expectativa y 54 de tiempo esperado. El plazo comprometido desde febrero pasado es de tres meses, 90 días para todas las cirugías de corazón. No hay datos de lo que ha pasado después, durante los meses de verano, pero según la directora médica de Vall d’Hebron, Ana Ochoa, no se cerraron quirófanos, sino que se mantuvieron abiertos a demanda y que se dio prioridad a los pacientes programados que siempre se quedan atrás por la presión de los casos urgentes. “Estamos cumpliendo los plazos exigidos, lo que no había pasado nunca”.
Ana Ochoa defendió esta nueva organización de la actividad quirúrgica y sus resultados frente a la acusación del jefe de cirugía cardiaca Manuel Galiñanes de que la restricción veraniega de su capacidad quirúrgica provocó la muerte en lista de espera de dos pacientes. “Los hospitales reducimos la actividad en verano y Navidad siempre, pero este verano no ha quedado nadie sin operar porque, entre otras razones, la sanidad pública ha hecho un enorme esfuerzo profesional y económico con un plan de choque para reducir las largas listas de espera que había en cirugía cardiaca”. El esfuerzo se tradujo entre junio de 2014 y junio de 2015 en una reducción del 35% de pacientes. Y supuso pasar de entre 138 días de espera para la cirugía valvular a 58 días. En coronarias se pasó de 80 días a 42. Ahora lo exigible es no llegar a tres meses. En 2013 las esperas cardiacas estaban entre 4 y 5 meses.
“También hemos reorganizado la vigilancia de las listas de espera. Un comité de coordinación quirúrgico, en el que participan todas las áreas implicadas, como las UCI, anestesia, cirujanos y cardiólogos se reúne semanalmente y revisa los casos porque a veces se forman colas por falta de pruebas diagnósticas u otros problemas y acaban quedándose pendientes. Esa gestión y vigilancia nos permitirá cumplir plazos en diciembre”, asegura Ochoa.
En la denuncia de Galiñanes se explicaba que en uno de los fallecidos, el paciente perdió su turno por tener fiebre y se encontró, de nuevo en casa, al final de la cola del resto de pacientes. Según Ochoa eso no es posible, porque no se sale de la lista de espera por suspender una operación.