Europa acepta que los insectos pasen a ser alimentos de consumo cotidiano
El reglamento que permitirá producir y vender bichos entrará en vigor en el 2016
El pleno del Parlamento Europeo (PE) votó ayer a favor de la producción de nuevos alimentos y su autorización centralizada a escala europea. En la categoría de nuevos alimentos se incluyen los que no han sido consumidos a gran escala en la Unión Europea (UE) antes del 15 de mayo de 1997 y aquellos con un historial de consumo seguro en terceros países durante como mínimo 25 años. Esto incluye a los insectos, algunos hongos, las algas, algunos nuevos colorantes o productos elaborados con nuevas técnicas (nanoelementos).
En virtud de esta normativa, los procedimientos de autorización de nuevos alimentos se centralizan a nivel europeo a través de la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA), que será la encargada de evaluar y decidir la entrada o no de estos productos e ingredientes. Anteriormente, las solicitudes debían ser presentadas ante las agencias de seguridad alimentaria de cada país miembro, que en caso de dictamen favorable, mandaba la solicitud a la EFSA para que esta emitiera su opinión. De este modo, se espera que las solicitudes se agilizarán y los alimentos entrarán más rápido en el mercado. Lo que se pretende con este nuevo reglamento es garantizar la seguridad alimentaria y proteger la salud pública, sin lastrar la innovación en la UE, ya que la EFSA deberá analizar cada caso para garantizar que los nuevos alimentos no afectan a la salud humana.
Precisamente sobre la seguridad para la población de los llamados nuevos alimentos que se quieran comercializar, la eurodiputada socialista Clara Aguilera ha querido dejar claro que será una prioridad cuando ha recalcado que “hay muchas expectativas por parte del sector para la tramitación de nuevos alimentos, y que si se autoriza un nuevo producto es porque tiene el cien por cien de las garantías de seguridad alimentaria”.
Uno de los temas más controvertidos del nuevo reglamento era qué hacer con los alimentos derivados de animales clonados y, sobre todo, con los derivados de sus crías. La Comisión estaba a favor de aceptar ambos, y el PE, cuyo criterio finalmente ha prevalecido, sólo los derivados de los clones pero no los de sus crías. Así que la normativa aprobada ayer incluirá sólo los clonados, pero sólo hasta que se adopte la legislación específica en esta materia.
La prohibición también afectará a alimentos aislados o producidos a partir de cultivos de células o tejidos de animales, plantas, microorganismos, hongos o algas.
El expediente pasará ahora al Consejo de la UE, donde están representados los estados miembros, y está previsto que entre en vigor el próximo año.
El reglamento no hace referencia a los organismos genéticamente modificados que contarán con un reglamento específico. En este sentido, los eurodiputados votaron ayer en contra de un proyecto que debía permitir a los estados miembros restringir o prohibir la venta y el uso en su territorio de cualquier alimento transgénico destinado al consumo humano o a la alimentación animal aprobado en la UE, ya que podría significar la reintroducción de fronteras entre los países miembros de la UE a favor y en contra de los transgénicos y por tanto el PE ha considerado la ley inaplicable.