Diez años envueltos en una red sucia
El edificio de sindicatos de Via Laietana espera en vano su rehabilitación
Las mallas protectoras han cumplido una década en las fachadas del edificio de sindicatos de Via Laietana. Como queriendo ponerse en sintonía con el edificio, las redes se encuentran desde hace tiempo en un estado de conservación lastimoso, y presentan trozos rotos, lo que resta confianza a su supuesta función protectora. En las fachadas del edificio, más allá de la instalación de las ahora maltrechas protecciones, no se ha hecho ninguna intervención relevante desde que, en enero del 2006, se desprendiera un trozo de balcón que afortunadamente no causó daños. Aquel incidente decidió al Ministerio de Trabajo, propietario del edificio, a envolverlo en un red e instalar una marquesina de hierro a la altura del primer piso para evitar sucesos parecidos. Casi todo sigue igual que hace casi 10 años, sólo que más deteriorado. La imagen que produce un edificio de estas características, en un lugar tan céntrico y a la vista cada día de miles de personas, barceloneses y turistas, resulta para muchos inaceptable en una ciudad que hace bandera del buen diseño y la estética.
“El ministerio nos ha asegurado hace dos semanas, en una reunión celebrada en Barcelona, que antes de fin de año el Boletín Oficial del Estado (BOE) publicará la licitación de las obras de rehabilitación”, explica Xavier Blanco, responsable de patrimonio de Comisiones Obreras, sindicato que ocupa ocho de las nueve plantas del edificio (la otra es sede, teóricamente provisional, de la CGT), por el que cada día pasan más de 3.000 personas.
Parecería que el caso está en vías de arreglo, si no fuera porque promesas similares se han venido repitiendo desde hace años. Ciertamente, este 2015 se han repetido más, en reuniones trimestrales de la Comisión del Patrimonio Sindical, entre cargos ministeriales y del sindicato. Además, el ministerio ya dispone y ha pagado el proyecto arquitectónico para la rehabilitación. Cuenta también, desde el pasado marzo, con un informe previo de Patrimonio del Ayuntamiento que le autorizaba a pedir la licencia de obras, pero ese informe caducó el pasado mes de marzo sin que se haya solicitado la licencia, de manera que se debería volver a emitir un informe.
El informe señala la prioridad de consolidar los revestimientos originales, en lugar de repicar la fachada para sustituirlos después. También establece que se han de recuperar los colores y la textura, así como los acabados originales (filetes ornamentales, cenefas flo-
El inmueble da una imagen de total dejadez en un lugar muy céntrico y transitado El Ministerio de Trabajo, propietario de la finca, ha prometido de nuevo la reforma
rales, bordillos). El edificio está catalogado con un nivel de protección C (bien de interés urbanístico), que impide su derribo y que obliga a que cualquier intervención respete la volumetría, las fachadas y los elementos originales en el interior y en el exterior.
El Ayuntamiento de Barcelona ordenó la reparación definitiva de la fachada en el año 2011 mediante una orden de conservación de fincas. Ante el incumplimiento, se han impuesto al ministerio tres sanciones, ya pagadas, por un valor total de 3.600 euros. La realización de las obras, que costarían varios millones de euros, podría durar un año y medio. El Consistorio reclama que se lleven a cabo las obras de reforma, “que son prioritarias para acabar con una situación insostenible”.
Que el año termine en plena campaña electoral puede jugar a favor de que el ministerio cumpla sus promesas, pero aun así, en CC.OO. prefieren ser escépticos. Durante años, el ministerio “no ha invertido nada en mantenimiento –explica Blanco– y ha sido el sindicato quien a veces ha tenido que reparar las mallas rotas, además de hacer reformas en el interior. El sindicato quiere, por otro lado, poder añadir al proyecto una serie de nuevas reformas en el interior para mejorar condiciones ambientales y de ahorro energético en el edificio, y confían en que el Ayuntamiento también apoye estas actuaciones ante el ministerio.
El futuro predecible del edificio
es el de seguir siendo sede sindical, al menos de CC.OO. El otro usuario del edificio, la CGT, que ocupó por la vía de los hechos dependencias que estaban sin uso en 1990, mantiene negociaciones con el Ministerio de Trabajo, para que se le conceda una sede propia, como ya se hizo en el 2010 con la UGT. Las condiciones actuales del mercado inmobiliario no favorecen un intento de repetir la operación del 2007, cuando el ministerio sacó a concurso, de acuerdo con el Ayuntamiento de Barcelona, una venta/permuta del edificio de Via Laietana por un edificio nuevo, a construir en el 22@ de Poblenou y tuvo que declararlo desierto.