Seat prevé ahorrar 100 millones al año y prescindirá de 400 eventuales
La compañía asegura que en Navidades iniciará las inversiones en Martorell
Mientras el grupo Volkswagen anunciaba sus primeras pérdidas trimestrales en quince años, en Barcelona Seat comunicaba al comité de empresa el inicio de un ajuste para afrontar el escándalo de los motores diésel trucados. La compañía española anunció su intención de no renovar los contratos de unos 440 trabajadores temporales, todos ellos procedentes de ETT, a medida que vayan venciendo. Y avanzó que prepara un plan de reducción de costes para ahorrar cien millones de euros al año en el 2016 y en el 2017 con un objetivo: preservar el empleo fijo y el plan de inversiones. La medida positiva es que la compañía se ha comprometido a iniciar el programa inversor de 3.300 millones estas Navidades, y para ello parará durante una semana la línea 1, del Ibiza, con objeto de adaptarla a un nuevo producto. Los 3.300 millones deberían servir para lanzar cuatro nuevos modelos.
Antes de finales de año podrían dejar la compañía unos 200 empleados, la mayoría de ellos contratados este verano para cubrir las vacaciones del personal de la línea del Q3, que estuvo en funcionamiento una semana de agosto. En la actualidad, Seat tiene 700 trabajadores de ETT –sobre una plantilla que se acerca a las 14.000 personas–, pero no todos tienen contrato con fecha de vencimiento, según explicaron fuentes de la empresa. Hay, por ejemplo, una bolsa de personal destinada a cubrir bajas laborales por enfermedad o reducciones de jornada. Estas mismas fuentes aseguraron que por el momento sólo hay una decisión firme de no renovar los vinculados a las vacaciones del Q3. El resto, añadieron, se irá analizando en función de cómo evolucionen las ventas y la producción.
La medida fue rechazada por los sindicatos, que hoy volverán a reunirse con el ministro de Industria, José Manuel Soria. “Es precipitada e incluso contradictoria teniendo en cuenta que se han aumentado los días de trabajo para el mes de diciembre”, dijo Rafael Guerrero, de Comisiones Obreras. Matías Carnero, de UGT y presidente del comité, coincidió en que las previsiones de producción no justifican recortar personal. “No vamos a permitir que estos compañeros cesen para que se efectúen nuevas contrataciones y, si por cualquier motivo, fuera necesario contratar trabajadores serían del colectivo que ha cesado en este año 2015 y, directamente, como plantilla Seat”, añadió.
UGT y CC.OO firmaron ayer un acuerdo sobre el calendario laboral de diciembre, que incluye tres sábados de trabajo y una noche de domingo en la línea del Q3. No firmó el acuerdo el Sindicato de Trabajadores Seat (vinculado a la USOC). “No entendemos que se trabaje un domingo por la noche en una línea de montaje y menos aún que al mismo tiempo se eche a los compañeros de ETT y la jefatura de producción del Audi Q3 habla de trabajar muchos fines de semana del 2016”, subrayaron fuentes de STS.
Por el momento, las ventas no se han resentido por el escándalo de los motores diésel trucados que Volkswagen suministraba a Seat. Los resultados hechos públicos ayer en Wolfsburgo son catastróficos para el grupo. Pero no tanto para Seat. La marca española continuó en la senda de la rentabilidad, con un beneficio operativo de 12 millones de euros en los tres primeros trimestres del año, frente a unas pérdidas de 82 millones en el mismo periodo del 2014. La facturación creció un 13,6%, hasta los 6.388 millones. Además, se produjo un aumento del 10,5% en las unidades facturadas (incluyendo la producción del Audi Q3), que pasaron de 365.000 a 404.000.
La cúpula de Wolfsburgo se empeña en enviar un mensaje optimista respecto a la capacidad de superar la crisis, aunque ayer tuvo que reconocer que en el tercer trimestre ha entrado en números rojos debido a las provisiones vinculadas al dieselgate. La pérdida neta fue 1.670 millones de euros en el periodo julio-septiembre. La pérdida operativa, que excluye a las sociedades mixtas con las que opera en China, se elevaron a 3.480 millones.
“Vamos a ponernos manos a la obra para recuperar la confianza perdida”, dijo en un comunicado Mattias Müller, el presidente del consorcio, tras atribuir los números rojos a los 6.700 millones provisionados para superar el escándalo de los 11 millones de vehículos diésel trucados en todo el mundo para dar unas cifras de emisiones de óxido de nitrógeno (NOx) inferiores a las reales.
En términos de ventas, los resultados del tercer trimestre aún no recogen el seísmo, pues se desencadenó a mediados del mes de septiembre. Las ventas se mantuvieron estables y la cifra de negocio creció un 5,3%, hasta 51.487 millones. Y, en otra muestra de optimismo, el grupo anunció que espera un aumento de las ventas del 4% en el ejercicio y un margen operativo de entre el 5,5 y el 6%. Pese a las pérdidas trimestrales, Volkswagen mantiene un beneficio de 3.990 millones de euros en los nueve primeros meses del ejercicio, un 54% menos. La facturación aumentó un 8,5%, hasta 160.263 millones.
Müller sigue sin dar datos de cuál será el coste final del escándalo, que los analistas del sector sitúan en un mínimo de 30.000 millones. Ayer, el presidente presentó un plan para afrontar la crisis, que incluye la descentralización del grupo, dotando de más independencia a marcas y regiones. “Revisaremos con detalle la actual cartera de más de 300 modelos y examinaremos la contribución de cada uno a nuestras ganancias”, explicó en un comunicado. El plan incluye también la introducción de cambios en la cultura de la empresa para mejorar el modo en el que comunica y gestiona sus errores. Los actuales planes de la empresa, la denominada Estrategia 2018, se transformarán y el año que viene se presentará una estrategia hasta el 2025.
Müller se mostró convencido de que Volkswagen “saldrá de la situación actual más fuerte que antes” y aseguró que el objetivo no es vender 100.000 coches más o menos que el principal competidor, sino garantizar el crecimiento “cualitativo” del grupo, que acaba de ser destronado como líder mundial por la compañía japonesa Toyota.
RESULTADOS VW presenta sus primeras pérdidas en quince años: 1.670 millones de euros
REFLOTAMIENTO
Müller anuncia que se revisarán 300 modelos del grupo para analizar su rentabilidad