Los diésel podrán emitir más del doble del límite oficial
Alemania logra que se suavice la normativa sobre NOx en carretera
Al final, el criterio de los gobiernos se ha impuesto sobre la Comisión Europea a la hora de fijar los nuevos límites de polución para los vehículos diésel en condiciones de circulación real. El acuerdo alcanzado establece unos límites aún más permisivos que los que había propuesto la Comisión para las emisiones por óxidos de nitrógeno (NOx), pese a que este contaminante ha sido asociado a enfermedades respiratorias y muertes prematuras, entre otros efectos sobre la salud. El cambio reglamentario permitirá que las emisiones de NOx en carretera para estos coches puedan ser más del doble de los límites oficiales regulados hasta ahora en los tests en laboratorio.
El acuerdo, alcanzado tras un intenso debate, suaviza la propuesta del Ejecutivo europeo, y muestra una mayoría de países favorables a dar prioridad a la industria del automóvil. En cambio, amplios sectores sociales pedían límites más estrictos, sobre todo tras el escándalo del trucaje en las emisiones de los diésel en EE.UU. y la indignación ciudadana provocada al saberse que en la UE los gases arrojados por estos vehículos son cuatro y cinco veces superiores a los medidos en laboratorio. Eso lo conocían los expertos de la Comisión, que prefirieron poner sordina.
En la reunión de ayer, Holanda fue uno de los países que se opusieron a la medida, al juzgar que el pacto es demasiado débil. En cambio, los portavoces de Alemania destacaron la necesidad de imponer límites más laxos y pragmáticos, al entender que la industria del diésel debe ser preservada como una locomotora de la economía. También España apostaba por bajar el listón.
La necesidad de fijar los nuevos valores de polución para los diésel surgió tras constatarse que las emisiones en carretera son muy superiores a las registradas en laboratorio (que fija un tope de 80 miligramos de NOx por kilómetro recorrido: el mismo que rige en EE.UU.). Inicialmente, la Comisión –concretamente, su comité técnico– había propuesto establecer unos valores de emisión de NOx que superaban el 60% los límites del reglamento vigente y el 20% a partir del 2020. Pero al final el acuerdo es más permisivo y tolerará que lo rebase hasta un 110% desde finales del 2017 y hasta enero del 2020, lo que significa que la polución será el doble de la oficial registrada en los tests de laboratorio en esos próximos años. A partir de enero del 2020, sólo se podrá superar un 50% el límite oficial (los referidos 80 mg/km de NOx). Además, los nuevos tests sólo estarán listos a partir del 2017.
Con todo ello, la UE intenta hacer equilibrio entre los intereses del consumidor y de los fabricantes, un mes después de que la firma Volkswagen causara una conmoción al admitir que había trucado los motores diésel con un software para burlar los controles sobre los NOx.
La comisaria de Industria, Elzbieta Bienkowska, dijo que si no había acuerdo, se minaría la confianza de los consumidores y tendría consecuencias negativas sobre la industria del automóvil. “Este no es el final de la historia. Estamos trabajando duro para presentar una propuesta para reforzar el sistemas de pruebas y fortalecer la independencia de los tests a los vehículos”.
“Esta es una vergonzosa patada que antepone una vez más los intereses de los fabricantes de automóviles a la salud de las personas”, señaló Catherine Bearder, del grupo liberal de Gran Bretaña en el Europarlamento, que acordó en una resolución no vinculante que las emisiones reales sean igual a las oficiales a finales del 2017. “Parece que los gobiernos prefieren que los ciudadanos mueran por las emisiones de escape de los diésel que pedir a los fabricantes que se adapten a una tecnología que cuesta 100 euros”, dice Greg Archer, portavoz de Transport and Environment, la oenegé que denuncia la actitud poco exigente de la UE.
La CE proponía que los nuevos topes sólo rebasaran un 60% el reglamento, pero podrán superarlo un 110%