Y después, ¿qué?
Hay algo que me preocupa cuando leo las declaraciones que llegan de los distintos líderes políticos estos últimos días sobre la respuesta que debe ofrecer el Estado al problema catalán.
Se trata de un cabo suelto, algo que no aparece en la Constitución y que nadie, ni de las altas instituciones del Estado ni de los partidos con opciones de gobierno tras el 20-D, ha mencionado en sus solemnes mensajes en defensa de la democracia: una vez se aplique el artículo 155 de la Constitución, se recupere el control de los Mossos y otros funcionarios, se inhabiliten los cargos pertinentes y se proceda a multar los actos de desobediencia civil que puedan producirse..., ¿qué hacemos con los dos millones de ciudadanos que han votado conscientemente una opción que va en contra de la Carta Magna?
¿Los sancionamos? ¿Cambiamos algo? Y en ese caso, ¿qué? ¿Qué les proponemos para volver a ejercer la democracia y su derecho a voto? ¿Alguna hoja de ruta tan detallada como la jurídica? ¿Sencillamente, algo previsto? ¿Majestad? ¿Señor Rajoy? ¿Señores Rivera y Sánchez? MARCO DAVALILLO Castelldefels