La pobreza es femenina
Barcelona crea una mesa de trabajo para luchar contra la feminización del empobrecimiento
En Barcelona, la pobreza es femenina. Los datos indican que las mujeres tienen más riesgo de caer en la pobreza que los hombres, y este empobrecimiento se percibe en diferentes ámbitos de la vida, como el mercado de trabajo, la vivienda, la salud, la educación y la participación social y política, entre otros.
En el mercado laboral, el 55% del paro de larga duración en la ciudad es femenino, y el 30% de estas mujeres hace más de dos años que están desocupadas. En cuanto a los ingresos, la brecha salarial entre ellos y ellas se agranda cada vez más; según el informe de UGT Trabajar igual, cobrar igual, esta es del 24%, por lo que una mujer tendría que trabajar 79 días más al año para ganar lo mismo que un hombre.
Estas condiciones laborales impactan en la calidad de vida de las mujeres a lo largo de los años y tiene efectos directos en los recursos económicos de los que pueden disponer al llegar a la momento en que las mujeres perciben una pensión media un 38% inferior a la de los hombres (659 euros ellas, 1.067 ellos), provocando que el riesgo de pobreza en esta etapa de la vida sea más alto entre mujeres.
Al tener menos ingresos económicos, las mujeres tienen menos posibilidades de acceder a una vivienda, y más de encontrarse en una situación de exclusión social, en especial las mujeres de hogares monoparentales o migrantes. Cabe destacar que el 55% de las personas en situación de pobreza en Barcelona son mujeres.
Las desigualdades no acaban aquí remarca Sònia Ruiz, responsable del Departament de Transversalitat de Gènere del Ayuntamiento. Actualmente hay más mujeres que trabajan que hombres en la ciudad de Barcelona, pero el tipo de trabajo y la cuali cación de unos y otros es diferente, por no hablar de las dobles jornadas (en el trabajo y en casa) que hacen las mujeres o los recortes en Servicios Sociales, que han afectado más a las mujeres, pues son las principales usuarias. Además, la feminización de la pobreza está muy vinculada a la pobreza infantil.
Aparte de la pobreza económica, Ruiz también hace mención de la pobreza de tiempo que sufren las mujeres, lo que acaba repercutiendo en su salud. La crisis ha agravado los problemas de salud de las mujeres, al mismo tiempo que estas a menudo no tienen tiempo ni de ir al médico, y menos de participar en la vida comunitaria o política de la ciudad, y si no participan, como podrán dar a conocer sus demandas, se pregunta la responsable del Departament.
MESA DE TRABAJO Ante esta realidad, el Ayuntamiento ha creado una mesa de trabajo contra la feminización de la pobreza de la que forman parte varias entidades asociaciones, grupos, fundaciones, oenegés, sindicatos e instituciones y rejubilación, presentantes de los grupos municipales y de gobierno.
La mesa se enmarca en el compromiso de gobierno para lograr una Barcelona más justa y equitativa, y en la sesión constitutiva, la alcaldesa Ada Colau remarcó que el Ayuntamiento no puede permanecer de brazos cruzados ante unas situaciones que di cultan el desarrollo de las mujeres y que afectan su calidad de vida. Colau destacó que hay que revertir las consecuencias de la crisis económica, pero también los efectos de un fenómeno estructural.
Ruiz añade que la nalidad de la mesa es consensuar los mecanismos para abordar de una manera integral y transversal la problemática de la feminización de la pobreza, y por eso necesitamos recoger y generar datos, y obtener información para saber en qué situación se encuentran las mujeres de Barcelona; de nir una estrategia a medio y largo plazo contra las causas y consecuencias de la pobreza, y hacer un seguimiento de la estrategia y su impacto en la reducción de la pobreza femenina.