“La animadversión hacia Catalunya es negativa e injusta”
Belén Rueda (Alicante, 1965) ha cumplido este año los 50, pero no ha dejado de sonarle el teléfono. La serie de televisión B&B, en la que interpreta a la subdirectora de una revista de moda, ahora enferma de cáncer, enfiló en septiembre la segunda temporada, y en primavera estrena película, La noche que mi madre mató a a mi padre, una comedia de la directora Inés París. Tiene un par de rodajes en cartera para el 2016 y hasta ha hecho planes para volver al teatro en breve. “Mis hijas son mayores, las he sentado y les he dicho: ‘Ahora me toca a mí’”, explica, sentada en un chiringuito frente a la playa del Bogatell. Esta semana ha estado en Barcelona para promocionar la sexta Gala del Sida, que se celebra el día 23 en el MNAC para recaudar fondos para investigar la enfermedad.
Su último personaje es una mujer que busca ser valorada en el cine pero tiene inseguridades, teme envejecer, ¿le suena?
Cuando trabajas de actriz, de cara al público, hay ciertas edades que empiezan a meterte miedo, crees que no vas a recibir personajes con historias interesantes. No ha sido mi caso, pero en el cine hay edades más difíciles para las mujeres que para los hombres. Aunque eso ya está cambiando.
Su nueva película es una comedia, ya tocaba, la hemos visto llorar tanto en la pantalla...
Hacía mucho tiempo que quería hacer comedia, que es un género muy difícil aunque no lo parezca. Para el drama puedes encontrar en tu experiencia personal momentos dolorosos que te ayuden a hacer un personaje más creíble, pero la comedia no es sólo hacer reír, tiene que tener un ritmo y hay que combinar actores con estilos muy diferentes.
¿Se siente cómoda en ese tipo de papeles?
Una cosa es ser graciosa...
¿Lo es?
Mis amigos dicen que sí, cuando estoy relajada. Pero el cine es otra cosa. Puedes conseguir que tu entorno entre en una historia graciosa que estás contando, pero en el cine hay que controlar las claves, hay que empujar la historia, que no transcurre en tiempo real.
Y la comedia no da premios como el drama.
En España últimamente se está dando a la comedia el lugar que merece, la comedia es muy seria.
¿Qué le queda de sus personajes?
Un personaje te aporta mucho, te tienes que poner en la piel de otro, y para prepararlo entras en contacto con gente que está pasando por esa situación. Son vivencias que incorporas a tu vida.
¿Cómo desconectar?
En nuestro trabajo las herramientas son las emociones y si tu personaje está en un momento doloroso es difícil dejarlo atrás, pero cuando llegas a casa y tus hijas te dicen “Mamáaa, que tengo que hacer los deberes”, o “¿qué vamos a cenar?”, el personaje queda a un lado. Y es conveniente para la cordura porque nuestra vida personal ya tiene momentos complicados.
¿Cómo prepara un personaje, ensaya delante del espejo?
No, nunca, eso es mentira. En el teatro es diferente, pero en el cine es más importante lo que no se dice, y eso sale de dentro, se transmite con los ojos. Delante del espejo ves como se transforma tu cara, pero si no sientes el miedo dentro, o la alegría o el odio, se nota que estás engañando. Muchas veces dicen que la profesión de actor es engañar, pero no estoy de acuerdo, de alguna manera buscas dentro de ti algo que tenga que ver con lo que estás contando, no es un engaño al cien por cien. Es ficticio porque estás provocando esa emoción pero la emoción es auténtica.
¿Cómo se actúa sin pensar en la cámara, en el público que hay detrás y te juzga?
Cuando empecé a presentar programas me aterrorizaba la cámara. Pero para ser actor necesitas tener mucha seguridad, dejar de pensar en la cámara, en lo que hay detrás, o te bloquea.
¿Incluso cuando se tiene, como usted, el público a favor?
Pero a veces tienes nueve críticas buenas y una mala y te quedas sólo con la mala, dándole vueltas.
¿Le afecta mucho?
Sí, pero en el momento. Si es una crítica constructiva ayuda a mejorar, pero lo importante es exigirte siempre mucho.
En los últimos años ha hecho muchos thrillers, ¿no temía quedar encasillada?
Sí. En el Festival de Sitges me decían “un año más y ya eres la musa del cine de género”. Pero si lo siguiente que haces no tiene nada que ver con lo anterior, se olvida.
Hace poco teatro, ¿no le interesa?
He hecho poco teatro porque no era compatible con la vida de mis hijas. Suena fatal, pero tenía que conciliar mi vida familiar con mi vida laboral. Pero ahora mis hijas ya son mayores y tengo algún proyecto entre manos.
Este año es embajadora de la Gala del Sida con Miguel Bosé, ¿se lo propuso él? ¿Son amigos?
A los dos nos encanta el tenis y hemos coincidido varias veces en el Open de Madrid, ahí charlamos, nos contamos la vida. Miguel es un gran profesional y un hombre honesto y cuando me lo ofreció me tiré de cabeza.
¿Ha vivido alguna experiencia cercana con el sida?
Cuando surgió la enfermedad fue una conmoción brutal, recuerdo que había mucho miedo y desconocimiento, y los enfermos además de que se morían sufrían el estigma social. Pero el doctor Bonaventura Clotet está convencido de que podemos erradicarla y para eso recaudamos dinero, también en la web.
Ha cumplido 50 años, pero se conserva joven, ¿habrá hecho algún pacto con el diablo?
El pacto se hace para intentar ser feliz. A mis hijas adolescentes no les quito la idea de que la felicidad es un estado, pero según cumples años te das cuenta de que lo importante es el camino. La felicidad es algo de pequeños instantes. Y eso te hace transmitir energía, que parezcas más joven.
¿Es sólo cuestión de ser feliz?
Hago mucho deporte, miro la alimentación, y en mi grupito me llaman doña cremas, no me voy nunca a dormir maquillada, es como un ritual en el que hago también un resumen del día.
¿Seguirá envejeciendo de forma natural o piensa, como otras actrices, que el bisturí puede ayudarla en su carrera?
La cirugía estética es necesaria porque hay gente que vive con complejos y les puede ayudar psicológicamente. Pero en nuestra profesión la cara es la herramienta más importante y hasta ahora no hay ninguna cirugía estética que te permita gesticular o transmitir
emociones, mover bien los músculos de la cara. Mejor no pasar por el quirófano, es peligrosísimo. He visto actrices conocidas en todo el mundo, con presupuesto para hacerse algo delicado, y sin embargo hay algo que no te deja ser quien eres. Y, aparte, tenemos los años que tenemos y somos capaces de hacer determinados personajes por nuestras vivencias, que llevamos en la cara. Somos nuestros aciertos y nuestros errores.
Este verano han vuelto a cazarla en biquini en la playa, ¿cómo lo lleva?
Mal, aunque tendría que haberme acostumbrado, pero me sigue incomodando. Y no creo que mi vida privada sea interesante. Pero también sé que te hacen la foto del verano y se acabó.
Muchos actores se han pronunciado políticamente, usted no, ¿cree que le va a perjudicar?
No, pienso que igual que mi vida privada es mi vida privada, mis ideas son mis ideas, si son políticas. Luego, hay temas sociales en los que no tengo ningún problema en definirme, pero en temas políticos siempre he pensado que no es conveniente, porque puedes influir en algunas personas que te siguen porque les gusta tu trayectoria, y eso no significa que tengan que pensar como tú.
¿Votará el 20 de diciembre?
Por supuesto, es una obligación, si no no te puedes quejar. Aunque al votar te equivoques.
¿Cómo ve el debate territorial en España?
Es delicado, peligroso y creo que se tenía que haber tratado antes y con menos impaciencia. Se les ha hecho la pelota muy grande.
Si viviera en Catalunya ¿estaría favor de la independencia?
No lo sé. La libertad es importante pero la libertad para todos. Y le diré una cosa, yo vivo fuera de Catalunya, cierto, pero me parece muy peligroso e injusto que de alguna manera se demonice a todo un pueblo por las ideas de unos que están haciendo mucho ruido y que puede parecer que quieren algo que es una locura. Siéntate, háblalo y dejará de parecer una locura o no, pero al menos háblalo. Explicaré una anécdota muy tonta, pero yo tengo una empresa y cuando voy a una gasolinera y tengo que hacer factura pido que me pongan el NIF y con la letra digo “B de Barcelona”, y me dicen “de Barcelona no”, y digo “de Barcelona sí”.
Vaya.
Es increíble, y me duele mucho. Ya no lo digo a nivel político, sino personal porque tengo muchos amigos aquí y no considero que sean distintos a los de allí, y la animadversión que se está creando fuera es muy negativa e injusta.
¿Viene mucho a Barcelona?
Mucho, y no sólo por trabajo, me apasiona esta ciudad. Pero además, muchas de las películas que he hecho las he rodado aquí. Por eso no hablo catalán pero lo entiendo perfectamente.
¿Le hacen inspecciones de Hacienda como a otros famosos?
Voy por la cuarta. Pero defiendo que si ganas más tienes que aportar más. Como todos, pago mis impuestos según lo que gano, me han hecho inspecciones y no he tenido ningún problema, pero lo que cabrea muchísimo, pagues diez o pagues cinco, es que no se gaste para lo que se tiene que gastar, que es sanidad o educación.
“Mis amigos dicen que soy graciosa cuando estoy relajada, pero hacer comedia es algo serio y muy difícil” “Para una actriz la cirugía estética es muy arriesgada, no permite gesticular o transmitir emociones” “El debate territorial es delicado, peligroso y se tenía que haber tratado antes y con menos impaciencia” “Pago mis impuestos, pero me cabrea que no se gasten para lo que toca, que es sanidad o educación”