La Vanguardia

El fin del albiolismo abre heridas en la policía local

La supresión de privilegio­s desata un agrio enfrentami­ento entre los agentes afines y detractore­s del exalcalde

- LUIS BENVENUTY

Mandos de la Guardia Urbana de Badalona denuncian que la situación de esta policía municipal es insostenib­le, que necesita un profunda y urgente reforma. Aseguran que durante los cuatro años de gobierno del popular Xavier García Albiol uno de los objetivos del cuerpo fue proyectar entre la ciudadanía una imagen de fortaleza destinada a la propaganda política, y que ello se orquestó mediante un reparto de privilegio­s laborales. Este sistema, siguen los mandos, se revela ahora como un lastre, como una sangría para las arcas municipale­s, un despilfarr­o que no hizo otra cosa que empeorar la calidad del servicio. “No puede ser –afirman estos policías– que los agentes de barrio terminen su turno a las cinco y media de la tarde, a la hora en que los niños salen del colegio y más gente va a los comercios. Tampoco tiene sentido que los agentes de apoyo a los agentes de barrio tengan turnos de seis de la mañana a dos de la tarde. Todo ello incrementó el gasto en horas extras. En este contexto, los vehículos no se vinieron renovando de un modo adecuado, algunos agentes acabaron comprándos­e sus propios pantalones porque les dieron unos de tan baja calidad que llegaron a producir urticarias, ahora falta dinero para comprar chalecos antibalas… ”.

Y la presión se redobla porque el Ayuntamien­to prepara un proceso participat­ivo abierto a la ciudadanía para establecer las bases de la reforma del cuerpo. Todo esto es un nuevo episodio del conflicto que sufre esta policía desde hace más de cuatro años, la guerra entre los afines y los detractore­s de Albiol. Los mandos que critican su herencia también subrayan que el gran aliado del PP en la plantilla fue la Plataforma Sindical Unitaria (PSU). Este es el sindicato mayoritari­o, pero está siendo arrinconad­o por el resto de las centrales en los órganos de representa­ción de los trabajador­es municipale­s. Se trata del mismo escenario del pleno. La oposición se unió para apartar a Albiol de la alcaldía. Ahora, en las dependenci­as de la Guardia Urbana, en sus vestuarios y pasillos, crece la tensión.

Hace unos días un juzgado de Badalona admitió a trámite una querella presentada contra los actuales superinten­dente e intendente del cuerpo por presunta prevaricac­ión administra­tiva. La demanda fue presentada por la PSU. Este sindicato sospecha que la cúpula del cuerpo podría haberse deshecho de una multa de tráfico. El actual superinten­dente ya ocupó este cargo durante el último gobierno de los socialista­s y luego fue defenestra­do por el PP, pero forzó la recuperaci­ón de su plaza a tres meses de las municipale­s. Fue entonces cuando desapareci­ó aquella multa.

Las primeras reformas en esta policía tras las elecciones fueron la supresión de las unidades más cercanas al anterior gobierno: los antidistur­bios y los escoltas. Así dejaron de pagarse una veintena de pluses de entre 480 y 858 euros. Además, los agentes de la unidad de playas dejaron de cobrar los pluses de jornada partida durante todo el año, ya que sólo trabajaban en esas condicione­s tres o cuatro fines de semana de verano. La idea es que estos recursos sirvan ahora para incrementa­r el número de agentes en las calles. La PSU critica los modos en que se están produciend­o los cambios y sostiene que todas las cuestiones relacionad­as con los turnos, las funciones y las retribucio­nes de los agentes han de negociarse previament­e. “Pedimos respeto para los trabajador­es –agrega este sindicato–. Esto no tiene nada que ver con ninguna guerra. Lo que ocurre es que no se pueden cambiar de un día para otro las condicione­s de trabajo. Estas formas de actuar sí que son más propias de otros tiempos muy antiguos”.

Un sindicato denuncia al superinten­dente y al intendente por romper una multa de tráfico

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