El fin del albiolismo abre heridas en la policía local
La supresión de privilegios desata un agrio enfrentamiento entre los agentes afines y detractores del exalcalde
Mandos de la Guardia Urbana de Badalona denuncian que la situación de esta policía municipal es insostenible, que necesita un profunda y urgente reforma. Aseguran que durante los cuatro años de gobierno del popular Xavier García Albiol uno de los objetivos del cuerpo fue proyectar entre la ciudadanía una imagen de fortaleza destinada a la propaganda política, y que ello se orquestó mediante un reparto de privilegios laborales. Este sistema, siguen los mandos, se revela ahora como un lastre, como una sangría para las arcas municipales, un despilfarro que no hizo otra cosa que empeorar la calidad del servicio. “No puede ser –afirman estos policías– que los agentes de barrio terminen su turno a las cinco y media de la tarde, a la hora en que los niños salen del colegio y más gente va a los comercios. Tampoco tiene sentido que los agentes de apoyo a los agentes de barrio tengan turnos de seis de la mañana a dos de la tarde. Todo ello incrementó el gasto en horas extras. En este contexto, los vehículos no se vinieron renovando de un modo adecuado, algunos agentes acabaron comprándose sus propios pantalones porque les dieron unos de tan baja calidad que llegaron a producir urticarias, ahora falta dinero para comprar chalecos antibalas… ”.
Y la presión se redobla porque el Ayuntamiento prepara un proceso participativo abierto a la ciudadanía para establecer las bases de la reforma del cuerpo. Todo esto es un nuevo episodio del conflicto que sufre esta policía desde hace más de cuatro años, la guerra entre los afines y los detractores de Albiol. Los mandos que critican su herencia también subrayan que el gran aliado del PP en la plantilla fue la Plataforma Sindical Unitaria (PSU). Este es el sindicato mayoritario, pero está siendo arrinconado por el resto de las centrales en los órganos de representación de los trabajadores municipales. Se trata del mismo escenario del pleno. La oposición se unió para apartar a Albiol de la alcaldía. Ahora, en las dependencias de la Guardia Urbana, en sus vestuarios y pasillos, crece la tensión.
Hace unos días un juzgado de Badalona admitió a trámite una querella presentada contra los actuales superintendente e intendente del cuerpo por presunta prevaricación administrativa. La demanda fue presentada por la PSU. Este sindicato sospecha que la cúpula del cuerpo podría haberse deshecho de una multa de tráfico. El actual superintendente ya ocupó este cargo durante el último gobierno de los socialistas y luego fue defenestrado por el PP, pero forzó la recuperación de su plaza a tres meses de las municipales. Fue entonces cuando desapareció aquella multa.
Las primeras reformas en esta policía tras las elecciones fueron la supresión de las unidades más cercanas al anterior gobierno: los antidisturbios y los escoltas. Así dejaron de pagarse una veintena de pluses de entre 480 y 858 euros. Además, los agentes de la unidad de playas dejaron de cobrar los pluses de jornada partida durante todo el año, ya que sólo trabajaban en esas condiciones tres o cuatro fines de semana de verano. La idea es que estos recursos sirvan ahora para incrementar el número de agentes en las calles. La PSU critica los modos en que se están produciendo los cambios y sostiene que todas las cuestiones relacionadas con los turnos, las funciones y las retribuciones de los agentes han de negociarse previamente. “Pedimos respeto para los trabajadores –agrega este sindicato–. Esto no tiene nada que ver con ninguna guerra. Lo que ocurre es que no se pueden cambiar de un día para otro las condiciones de trabajo. Estas formas de actuar sí que son más propias de otros tiempos muy antiguos”.
Un sindicato denuncia al superintendente y al intendente por romper una multa de tráfico