Un tren repleto de sabor y ritmo
La Yumi Gipsy Band se define como una banda gitana de salsa hecha en Barcelona. Un proyecto de un atractivo incuestionable, y que más allá de que se trate de algo radicalmente novedoso y diferente, pone sobre el tapete la fascinante versatilidad de lo gitano en terrenos musicales. En este caso, se trata uno de esos siempre arriesgados –al igual que bienvenidos– momentos de encuentro estilísticos, como el protagonizado por la rumba catalana y la salsa. La rítmica y el ingrediente sanguíneo parecen asegurados desde un buen principio, y si el hacedor y a la vez alquimista es Yumitus Hernández, la probabilidad de éxito parecen elevados.
Yumitus, no tanto por su reputado linaje familiar como por una dilatada y multidireccional carrera musical (que en lo rumbero arrancando con Gato Pérez pero sobre todo blandiendo el cobre con Peret, Patriarcas de la Rumba o Sabor de Gràcia) que le ha armado y decidido a dar el paso decididamente más importante de su periplo. De momento. Aquí ha reunido a una decena de experimentados instrumentistas y vocalistas de esta orilla del Atlántico, y ha ejercido de productor, arreglista y director musical, amén de vocalista, teclista y compositor casi al cien por cien. En el encuentro prevalece el dictado salsero, con la pianística inconfundible, adictiva de Johnny Salazar y del propio Yumitus en primer plano, aunque con formidable respaldo percusivo y vocal de corte rumbero. Una mayor profundidad sonora, nunca grandilocuente, hubiera redondeado el magnífico resultado.