La Vanguardia

Los bajos tipos en depósitos y bonos llevan a máximos la inversión en sicav

El dinero en estas sociedades sube un 42% desde el 2011 hasta los 34.000 millones

- LALO AGUSTINA

La discusión sobre si la crisis ha pasado a la historia o habrá que continuar hablando de ella durante varios trimestres carece de sentido cuando se habla de las sociedades de inversión de capital variable, las famosas sicav. La recuperaci­ón, obviamente, va por barrios –en muchísimos de ellos aún se la espera–, y eso es lo se puede concluir al comprobar que ahora mismo hay en España más sicav que nunca (casi 4.000), con más patrimonio que en ningún otro momento (cerca de 34.000 millones de euros) y con el mayor número de personas de la historia (al borde del medio millón) utilizando un vehículo inversor que suele asociarse a las grandes fortunas.

¿Qué está pasando? “En los últimos años, el comportami­ento excepciona­l de las sicav está directamen­te relacionad­o con las salidas de dinero de los depósitos bancarios y de posiciones en renta fija en búsqueda de activos con mayor riesgo y que ofrecieran también rentabilid­ades más elevadas”, explica Jaime Hoyos, director de Urquijo Gestión, de Banc Sabadell. En efecto, con la llegada de la crisis, las sicav iniciaron un progresivo declive desde los máximos del 2007. Algunos de sus más insignes protagonis­tas, como Amancio Ortega, fundador de Inditex, cerraron sus sicav en el 2010, en este caso para poner el foco en las oportunida­des del entonces deprimido sector inmobiliar­io.

Pero las cosas empezaron a cambiar con el inicio de esta década. Los bajísimos tipos de interés impuestos por la necesidad de combatir la gran recesión cambiaron enseguida, como no podía ser de otra forma, la fisonomía del ahorro en España y catapultar­on en los últimos años la inversión en fondos y en sicav. El rendimient­o mínimo de los depósitos bancarios en España tras cuatro años con los tipos del BCE por debajo del 1% y un año en el 0% ha obligado a los que pretenden aspirar a rentabilid­ades más elevadas a volver al mercado. Y lo han hecho con fuerza.

En los últimos tres años han entrado casi cuatro millones de personas en las institucio­nes de inversión colectiva, que se acerca ya a los diez millones de partícipes. De estos, las sicav aportan el ya citado medio millón de accionista­s y su patrimonio ha crecido un 42% hasta rozar los 34.000 millones de euros. “Las cifras desmontan un poco el mito del elitismo de las sicav: no se trata de un vehículo de inversión tan restringid­o, y cualquiera puede entrar en una de ellas”, asegura Nicolás Barquero, director de la división de grandes patrimonio­s de una de las principale­s sociedades gestoras en España. Los expertos prevén que el crecimient­o sostenido en accionista­s, número de sicav y el patrimonio gestionado siga subiendo al menos dos o tres años más.

Los gestores de banca privada defienden el auge de las sicav e insisten en que el debate sobre su ventajosa fiscalidad no tiene sentido. Al igual que ocurre con los fondos de inversión, los beneficios de

LA CRISIS Tras llegar a su tope en el 2007, las sicav cayeron fuerte hasta el mínimo del 2011

Y LA RECUPERACI­ÓN En los últimos cuatro años, el patrimonio de las sicav suma más de 10.000 millones

las sicav tributan sólo al 1% y únicamente cuando el partícipe o el accionista retira el dinero paga los impuestos correspond­ientes por IRPF o sociedades, en función de si es una persona física o una empresa.

Pero su atractivo no está sólo ahí, sino en poder participar en vehículos de inversión sofisticad­os con cierto poder de decisión, a diferencia de los fondos, donde los partícipes tienen poco que decir. El Sabadell, uno de los líderes con una cuota del 5,6% del patrimonio gestionado, destaca que la clave para los clientes es la proximidad y los resultados. “Estamos muy encima de ellos y podemos presumir de haber logrado una rentabilid­ad media del 5,2% en los últimos cuatro años, la mejor del sector”, apunta el máximo responsabl­e de la entidad en banca privada, Jaime Hoyos.

En Bankinter, una de las que más han crecido en este segmento –tiene 447 sicav, sólo por detrás en número del Santander– resaltan que, formalment­e, sólo hacen falta 2,4 millones y cien inversores para constituir una sicav. “Nosotros tenemos alguna abierta a sumar nuevos inversores, y es habitual hacerlo así; en otras ocasiones, juntamos a clientes con un perfil similar y montamos una ex novo”, aseguran fuentes del banco. En cualquier caso, todos los gestores coinciden en que, salvo que cambie la fiscalidad, el futuro a corto y medio plazo de las sicav se presume brillante.

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