Mitos y realidades de las grandes fortunas

Las estadísticas dicen que, con 487.190 accionistas y un patrimonio total de 33.633 millones de euros a cierre de septiembre, la inversión media de cada uno de los primeros es de 69.100 euros. Pero la realidad es bien distinta. En las sicav –donde, al contrario de lo que está extendido, no hay barreras de entrada ni capital mínimo– abundan los accionistas de paja y las grandes fortunas y muchos, muchísimos inversores con patrimonios líquidos de 50.000, 100.000, 200.000 o más euros. O unas cuantas decenas o centenares de millones. El ranking por patrimonio lo lideran dos sicav de la familia March (Banca March), Torrenova Inversiones y Cartera Bellver, que suman entre las dos 1.762 millones. Entre las diez mayores se encuentran también otros apellidos ilustres, como Alicia Koplowitz (ex FCC), con más de 500 millones; Sandra Ortega Mera –hija del fundador de Inditex–, con algo más de 400 millones, y otras familias como los Gallardo (Almirall), Del Pino (Ferrovial), Botín (Santander), Hernández Callejas (Ebro) y Palatchi (Pronovias), todos ellos con un patrimonio de entre 200 y 400 millones. Son las mayores sicav, controladísimas por los inversores y las familias citadas, cuya capacidad dista un mundo de la sicav media, que cuenta con un patrimonio para invertir de algo menos de 10 millones.