El Govern ignora aún qué causa el hedor de Barcelona
Agricultura niega que el origen sea un campo abonado y Medi Ambient no lo descarta
DAVID GUERRERO ANTONIO CERRILLO L’Hospitalet de Llobregat / Barcelona
El origen del misterioso mal olor que inundó Barcelona la tarde del martes y que se volvió a percibir ayer en algunas zonas de Barcelona, Esplugues y l’Hospitalet sigue sin resolverse. La Generalitat no acierta a responder dónde puede encontrarse el foco y el único lugar al que se ha apuntado hasta el momento –unos terrenos del Parc Agrari del Baix Llobregat– fue descartado por técnicos del Departament d’Agricultura, mientras que la dirección general de Qualitat Ambiental (Territori i Sostenivilitat) investiga si el origen de este pestilente olor se encuentra en esta zona.
A 11 kilómetros del centro de Barcelona, parecía altamente improbable que el fertilizante utilizado en apenas tres hectáreas de El Prat de Llobregat se hubiera olido incluso en Badalona. Para solucionar el enredo, los técnicos del Departament d’Agricultura visitaron el terreno a primera hora de la mañana. Un poco más tarde lo hicieron los agentes rurales.
Ambos coincidían en el diagnóstico: todo estaba en regla y se había hecho correctamente, descartando así la hipótesis de que el mal olor tuviera origen en el fertilizante utilizado en ese campo que verá crecer el trigo que en los próximos días va a ser plantado. Durante toda la mañana, las cámaras de televisión buscaban respuestas sobre el terreno mientras Salvador Llibre labraba sus tierras con la tranquilidad de quien lleva toda la vida en el campo y sabe que ha hecho lo correcto.
El hombre en el que se puso el foco como responsable del mal olor se lo tomaba primero con resignación, pero a medida que pasaban las horas lo hacía con cierto buen humor. “Olía mal en Barcelona y a alguien se le ocurrió decir que podría ser el Parc Agrari, vinieron aquí, me encontraron a mí echando estiércol y ya me la he cargado”, decía Salvador Llibre. Se pasó todo el miércoles abonando sus tierras con 108 toneladas de estiércol llegadas en cuatro camiones desde una planta de compostaje de Centelles el martes por la tarde. Ese mismo día ya empezó a usarlo y durante el miércoles utilizó el resto, como suele hacer cada tres años.
Cuando se apuntó al Parc Agrari como el causante del mal olor, Llibre fue señalado como el culpable, ya que era el único que había removido tierras y además lo había hecho al lado de la autovía de Castelldefels, frente a una gasolinera y las empresas del polígono Mas Blau, en uno de los campos más visibles desde la carretera. “Hemos pagado el pato, ¡qué le vamos a hacer!”, apuntaba Pepita, la mujer de Salvador mientras otros agricultores de la zona ya hacían presagiar que las bromas sobre este tema serán un continuo durante los próximos meses en los desayunos que acostumbran a celebrar juntos los sábados por la mañana.
Sin ningún tipo de rencor, Llibre califica de “ignorantes” a los que le pusieron en el centro de atención y recuerda que los vecinos de las ciudades vecinas están más que acostumbrados. En la misma línea se mostró el alcalde de El Prat, Lluís Tejedor, que resolvió ayer el tema con contundencia: “Mi preocupación por el tema de los malos olores es exactamente cero”. Tejedor quitó importancia al hedor y a su hipotético origen agrícola recordando que “la historia del estiércol es la historia de la humanidad, los payeses siempre han cultivado con caca, sea de vaca, sea de caballo”.
El abono utilizado en el campo investigado no contenía productos químicos. Según los agentes rurales era exclusivamente de origen animal y orgánico, un elemento que pone en valor de manera positiva el resto de los payeses.
El gerente del Parc Agrari del Baix Llobregat, Raimon Roda, recuerda que “la aplicación de materia orgánica en la tierra es una práctica habitual y recomendable para mantener su fertilidad” y desde el Departament d’Agricultura inciden en que esta es una de las épocas más indicadas para hacerlo.
En el Parc Agrari del Baix Llobregat la mayoría de los payeses que cultivan productos de la huerta ya han abonado hace algunas semanas. Frente al campo que se había cargado las culpas ya crecen las alcachoferas. Xavier Giménez, agricultor de las tierras vecinas, remarca que “el compostaje hace olor, no peste”. Todo un aviso para los urbanitas, como se define a sí mismo aunque trabaje de payés, que luego compran las reputadas alcachofas y productos kilómetro 0 del Parc Agrari.
Unió de Pagesos coincide en defender el uso de fertilizantes orgánicos. “Más abono orgánico y menos químico”, clama Lluís Parés. El representante del sindicato en el Baix Llobregat explica que la mayoría de los agricultores de la zona
SEÑALAMIENTO INFUNDADO El dueño de las tierras señaladas como origen del olor ve “ignorantes” a los que lo apuntaron PRONUNCIAMIENTO OFICIAL Agricultura niega que una parcela de tres hectáreas recién abonadas sea el foco
utilizan abono del ecoparque de la Zona Franca, basado en residuos urbanos, mientras que Salvador Llibre y algunos pocos más optan por el orgánico, mucho más natural, “como el que va al váter”, ilustra Parés. Si no lo usan más sus compañeros, es por una razón bien sencilla: el químico es mucho más económico y cómodo de adquirir.
Descartado el escenario del Parc Agrari se vuelven a abrir todas las posibilidades que mantienen el caso sin cerrar. El ruido que se generó la tarde del miércoles y el jueves en las redes sociales desde diferentes puntos de Barcelona lleva a pensar a los responsables de Qualita Ambiental que las quejas de malos olores emitidas desde Sant Adrià o Badalona no tienen nada que ver con las de Sants o l’Hospitalet. Mientras que el olor en el Baix Llobregat (que se nota varias veces al año sin alcanzar trending
topics) sí que podría ser atribuible al estiércol del campo de El Prat. Según la directora general de Qualitat Ambiental, Assumpta Farran, “es muy improbable que la emisión llegara a Badalona con la situación de estancamiento de la masa de aire y la inversión térmica”. En emplazamientos como Sant Adrià y la parte baja de Barcelona, Farran apunta como hipótesis más plausible que el olor viniera de un ecoparque, de las plantas de compostaje, biogás o tratamiento de lodos de depuradora que dentro del funcionamiento normal ocasionan molestias con cierta recurrencia.
De hecho, la contaminación por malos olores representa aproximadamente el 30% de las quejas que reciben la administración ambiental de la Generalitat y el Síndic de Greuges. Se trata principalmente de instalaciones gestionadas por el Àrea Metropolitana de Barcelona (AMB), que ayer puso de nuevo en marcha el protocolo técnico de comprobación de sus instalaciones, tanto las de tratamiento de residuos como de depuración de aguas, para concluir finalmente que las instalaciones del AMB no eran el origen del problema y que todas funcionan con normalidad.
Desde el miércoles precisamente se están realizando trabajos de mantenimiento en el emisario submarino de la depuradora de aguas residuales de El Prat, aunque sus responsables descartan que el mal olor pueda tener relación con ello. El tubo que expulsa aguas negras mar adentro se encuentra fuera de funcionamiento, pero la planta funciona con normalidad y el AMB remarca que los controles realizados no han detectado ninguna anomalía. Aun así, los ayuntamientos de El Prat y Viladecans recomiendan no bañarse en el mar del delta del Llobregat hasta el domingo.
PROCEDENCIA INDETERMINADA Medi Ambient apunta a que el olor puede proceder del Parc Agrari o un ecoparque SIGUE LA INVESTIGACIÓN Las plantas de compostaje, de biogás o tratamiento de lodos están bajo vigilancia